Saprissa se sacudió anoche un pequeño demonio que lo incomodaba en Guápiles desde hace dos años y cuatro meses.
Los morados vencieron 1-0 al Santos en el Ebal Rodríguez, un estadio en el que no ganaban desde hace cuatro partidos.
La última vez que los tibaseños alzaron los brazos ahí fue el 23 de mayo del 2020, con marcador de 4-2.
Después de ese sonado triunfo, según el periodista Luis Quirós, el Monstruo igualó tres mejengas seguidas (0-0, 1-1, 3-3) y perdió una (2-1), precisamente el torneo pasado.
La victoria de ayer se cocinó desde la pretemporada, cuando los morados desarmaron a los guapileños quitándoles sus dos mejores figuras: Javon East y Luis Paradela.
Ambos exsantistas jugaron, pero tuvieron un partido discreto, pues los apretaron bien.
Quizás ese fue el error que cometió el local, porque en su afán de amarrar a sus exfiguras, descuidó otras, de bajo perfil, que terminaron definiendo el encuentro, Ryan Bolaños y Marvin Angulo, anotador y asistidor del único tanto, respectivamente.
De menos a más. Los primeros 20 minutos fueron como los malos noviazgos: no vale la pena recordarlos.
Para que se hagan una idea, lo más destacable de ese inicio de partido fue cuando el árbitro Keylor Herrera paró la mejenga, al minuto 12, para que sacaran de la gradería a un malamanzado que estaba gritando improperios racistas.
No se supo si era seguidor del equipo local o del visitante, lo que sí les podemos confirmar es que es una vergüenza para la afición a la que pertenezca.
Superadas esas primeras y lacrimógenas acciones --dentro y fuera de la cancha--, el primer tanto llegó rapidito, al 25.
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Mariano Torres cobró un tiro de esquina tan alto que casi se sale de la toma. La pecosa bajó al segundo palo, donde un zaguero santista rechazó de cabeza hacia la banda, como dicta el librillo.
La mala suerte santista fue que le quedó a Marvin Angulo, quien se perfiló y sacó un centro con derecha al centro del área chica, donde apareció Bolaños para ganar en las alturas y poner el 1-0 de un jupazo.
El gol fue un premio para el equipo que mejor se veía en la cancha, porque sin ser un derroche de buen fútbol, al Monstruo hay que reconocerle que por lo menos era el dueño de las acciones.
Al cierre de la inicial Paradela pudo aumentar la cuenta, pero Luis José Hernández le sacó una bola de la línea al cubano con la cabeza.
Limitado. El segundo tiempo fue una calca del primero: Saprissa dueño de la bola, pero sin mayor profundidad.
Hay que recordar que los morados llegaron a este juego con las bajas de Kendall Waston (expulsión y convocado en la Sele), Christian Bolaños (lesión) y Aarón Cruz y Álvaro Zamora (convocados a Selección) y aun así no sufrió, algo que también habla de lo mal que está este Santos.
Un reflejo de la frustración guapileña la demostró uno de sus mejores jugadores: Jossimar Méndez.
El 10 santista se fue expulsado al minuto 64 por una infantil acción en la que Bolaños se le guindó del cuello y lo botó en una evidente falta.
El error de Méndez fue que apenas cayó, le dejó el pie al morado y, aunque apenas lo tocó, el árbitro estaba muy cerca y no lo perdonó.
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Es probable que a Méndez le salga bien caro el berrinche que armó después, ya que hasta encaró a Herrera y si la cosa no pasó a más fue porque sus compañeros llegaron a separarlo.
Al cierre, el Santos por poco iguala el marcador, pero Kevin Chamorro evitó el gol al 90 tras una peligrosa contra.