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Luego de la derrota por 1-0 del Saprissa ante el Real Estelí en territorio nicaragüense, los morados perdieron algo más que el partido de ida en la serie ante los pinoleros por los cuartos de fina de la Copa Centroamericana.
Después de hoy, los aficionados morados ya no tendrán cara para cantar nunca más la canción: “Perdiste en Nicaragua, vergüenza nacional”, pues este miércoles ellos pasaron por lo mismo por lo que se han mofado de Alajuelense desde 1997.
No cabe duda que uno de los más contentos con el tropezón morado de hoy, son los manudos, luego que décadas después el fútbol los puso en el mismo nivel, con la misma mancha que supone para cualquier equipo tico perder al otro lado del San Juán.
La visita del Saprissa a Estelí fue muy bonita, le demostraron un montón de cariños, abrazos, fotos hasta que el árbitro guatemalteco Julio Luna pitó el inicio del partido, adonde los pinoleros se transformaron y fueron otros cien pesos.
El estadio Independencia era un hervidero, diez mil personas, la inmensa mayoría apoyando al Tren del Norte y creyendo en un resultado que aunque para unos sonara como broma, ellos salieron muy en serio y así lo demostraron desde los primeros minutos en los que buscaban imponerse.
Desde los primeros diez minutos la cosa no pintaba bien, los pinoleros entraban fácil por las bandas, presionaban a un Saprissa dormido, al que vacunaron rapidito, en solo diez minutos.
Un centro desde la banda derecha fue rechazado por Esteban Alvarado, la pecosa quedó suelta, Youstin Salas apenas la desvió y allí Byron Bonilla cubrió bien la pecosa, impidiendo que los ticos rechazaran para que la chobola le quedara en la esquina izquierda en las afueras del área y Bancy Hernández le diera un bombazo imposible para Esteban.
El gol no hizo sino motivar a los pinoleros, que se mandan con valentía al marco tratando de buscar algo más e impulsados por el aliento de sus fiebres.
Al Monstruo le tomó 25 minutos hacer un tiro a marco, hasta que Javon East tiró un cabezazo al marco que defendía Douglas Forvis el cual mató sin bronca, exportero de Santos y el Municipal Liberia.
Estelí, a la mitad del primer tiempo, se desinfló un toque, mientras que la S tenía más la pecosa, pero sin claridad para crear jugadas de peligro.
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Fue posiblemente el peor partido de los ticos en el semestre, no solo por lo que significa perder allá, sino porque su nivel futbolístico fue pobrísimo, pues en el segundo tiempo tampoco es que hicieron mucho para ir sacar el empate.
Al final al Monstruo le tocó meter la cola entre las patas, irse calladito y pensar en otra canción para hacer mofa de su rival. Tal vez esa es la parte que más les duele hoy a los morados.
