La zapatería de Fausto Leiva, en el corazón de San José, en el barrio Los Ángeles, tiene una importancia simbólica y relativa en la historia del Deportivo Saprissa.
Allí fue donde don Roberto “Beto” Fernández se reunía con amigos a hablar y en una ocasión decidió que el equipo del barrio merecía un nombre y en la zapatería, donde era el zapatero remendón, junto con Fausto, coincidieron en Deportivo Saprissa para arrancar aquel proyecto que jamás imaginaron que fuera a tener la repercusión y la historia que tiene hoy en día.
El nombre de don Ricardo Saprissa surgió por ser un hombre colaborador y que gustaba de ayudar a los pequeños. Ese equipo compitió con ese nombre y por dos años, la sede del equipo fue la zapatería. Luego, la base del equipo se agrandó con jóvenes del Orión y el lugar de reunión pasó a ser la casa de algún jugador.
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El historiador José Antonio Pastor dice que la zapatería tiene importancia pero no es una parte fundamental en toda la grandeza del cuadro morado.
“Siempre he cuestionado mucho la importancia que se le da, puesto que era una zapatería como todas las de la época, pequeña, estaba el zapatero remendón que era un bonachón y cuando no estaba, Beto aprovechaba para ayudar a los carajillos, era como el centro de reunión del barrio”, explicó Pastor.
Insistió en que es un lugar que sí tiene importancia pero más que todo para el primer equipo del Deportivo Saprissa, el de los niños y una segunda generación.
“Es muy simbólico para el primer equipo que existió llamado Saprissa, el de Mario Ramírez, el de Elías Valenciano, el que fundaron como Saprissa FC. Tenemos claro que como asociación, nació en el 48. En esa época estamos hablando del 35, 36 ya para el 37 Saprissa está incorporado al Orión, entonces ya se reúnen en la sede del Orión”, manifestó.
Pastor recordó que un grupo de socios, relacionados con una peña llamada Edguitar Marín, intentó rescatar la propiedad. “Recuerdo que llegó un ingeniero y les dijo que valía la pena desprender la fachada, pero que posiblemente se desmoronaría de inmediato. Era una fachada en bahareque (cañas y palos con barro), en mal estado”. dijo.
Pastor expresó que en esa ocasión se tomaron fotos con la intención de reconstruir la fachada si en alguna ocasión se quiere hacer un museo. “Pero el terreno era muy pequeño, estaba en mal estado, es un sector peligroso para tener una tienda. No era viable, eso fue en el 2012″.
Incluso, dijo que una placa que había allí, fue robada hace algún tiempo.