EscucharSaprissa confirmó el mal momento que atraviesa, al caer derrotado 3 a 2 ante Puntarenas, en la propia Cueva de Monstruo.
Para los porteños es el primer triunfo del torneo y logran despegarse tres puntos del Santos, colero.
El Monstruo perdió el martes ante el Antigua de Guatemala 3 a 0 y quedó fuera de las semifinales de la Copa Centroamericana y ahora tiene toda la concentración en el torneo nacional, pero parece que el equipo ni así carbura. Los chuchequeros les ganaron con orden y con agallas.
El público de Saprissa demostró su descontento en las gradas. No solo hubo poca asistencia, sino que muchos de los presentes silbaron la entrada de los morados al terreno de juego.
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Esto generó un ambiente diferente al habitual en la Cueva, donde normalmente se vive la efusividad de una de las aficiones más apasionadas del país, pero que evidentemente exige que el equipo gane y juegue bien. La reciente derrota ante los guatemaltecos seguía fresca en la memoria de los aficionados, quienes no tardaron en expresar su descontento. El saprissismo, sin duda, es difícil de contentar.
El equipo tampoco ayudó mucho. Puntarenas, que parecía un rival ideal para que se encaminara en busca del primer lugar con una victoria contundente, fue el que se acomodó mejor en el campo y comenzó a lanzar ataques, siguiendo el plan diseñado por Luis Fernando Fallas: defender con orden, salir con precisión y aprovechar las carreras largas de los delanteros en busca de espacios.
Fueron los visitantes los primeros en llevar peligro, cuando Michael Barrantes puso una diagonal a Anthony Hernández, quien disparó con fuerza, pero Esteban Alvarado logró detener el remate.
El cuadro local no encontraba el camino y fueron los naranjas los que abrieron el marcador con una jugada de puro fútbol. Hernández condujo el balón desde el mediocampo sin oposición y, al llegar al área, vio la diagonal de Barrantes, quien recibió un pase preciso y, de primera, remató al arco. Alvarado no pudo detenerlo esta vez. El gol llegó al minuto 23.
El gol aturdió al Monstruo, pero su rival no aprovechó la oportunidad para ser más agresivo. La S, ante la pasividad del rival, logró empatar. David Guzmán envió un centro al área y Javon East anticipó a la defensa para zambullirse y cabecear el empate al minuto 28.
Con el empate, el tetracampeón tomó impulso para buscar el segundo gol, pero el equipo sigue lejos de su mejor forma y dejó espacios en defensa. Puntarenas aprovechó esta situación y, en un tiro de esquina, Barrantes encontró a Kenner Gutiérrez, quien bajó el balón para Hernández, pero el delantero falló.
En el cierre del primer tiempo, Saprissa tuvo dos oportunidades. Primero, Jefferson Brenes disparó ligeramente desviado, y luego Mariano Torres, tras aprovechar un error de Dariel Castrillo, avanzó solo y remató al arco, pero sin la potencia necesaria. Un pase hubiera sido una mejor decisión.
En la segunda mitad, el local siguió insistiendo. Ariel Rodríguez tuvo una oportunidad tras combinarse con Torres, pero su remate fue desviado por Miguel Ajú con una mano.
Sin embargo, Puntarenas no se rindió. Al minuto 58, Hernández lanzó un cañonazo que pegó en el poste derecho de Alvarado. Los naranjas se envalentonaron y, tras una gran jugada, Anthony centró a Jossimar Pemberton, pero el portero morado volvió a salvar.
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En la misma jugada, Amferny Arias disparó desde 30 metros y envió el balón al ángulo izquierdo de Alvarado. Un golazo que puso al Puerto nuevamente en ventaja. La jugada fue revisada por el VAR debido a una posible posición adelantada de Hernández, pero fue confirmado.
Al minuto 66, el Puerto golpeó nuevamente. Hernández condujo el balón desde el mediocampo y, al llegar al área, asistió a Pemberton, quien remató con curva para marcar un golazo y poner el 3-1.
Los visitantes jugaron a placer durante algunos minutos y Alvarado evitó el cuarto gol en dos ocasiones. El 3-2 llegó al minuto 77, cuando East cabeceó tras un error del portero Ajú.
En los minutos finales, Saprissa intentó con todo el corazón, pero no fue suficiente.
Los aficionados, visiblemente molestos, despidieron al equipo con silbidos y gritos de “fuera Vladimir”. Puntarenas, que logró su primera victoria del torneo, se defendió con orden y, cuando pudo, lanzó contragolpes para incomodar al Monstruo.
El pitazo final desencadenó una lluvia de silbidos, dejando clara la insatisfacción de la afición morada.
