El Deportivo Saprissa con el paso del tiempo busca diferenciarse entre los demás clubes en temas de desarrollo de sus nuevo talentos y recientemente lanzó una nueva metodología para potencializar a los futuros futbolistas que puedan llegar al cuadro morado.
Hablamos de las sesiones tecnificadas que buscan afinar detalles en los jóvenes para que desde una determinada edad, empiecen a mejorar sus bases y en el futuro quién quita un quite y estén en el primer equipo de la S.
Las dinámicas se implementaron desde la segunda semana de diciembre y no nos quedamos con el clavo sobre cuáles cosas diferentes ofrece el equipo a los nuevos prospectos, es por eso que hablamos con Roy Myers, que forma parte de la Academia Saprissa para que nos explique cómo es el asunto.
“Se utiliza mucho en Europa, consiste en hacer un trabajo de especialización de técnica a los jóvenes, impartidos por los entrenadores que forman parte de las divisiones menores del Deportivo Saprissa aplicando la metodología de la institución.
“Por ejemplo, usted tiene un hijo y quiere que lo entrene Marco Herrera que dirige la sub-19, tiene mucha experiencia y es de los asistentes técnicos más ganadores del club, lo inscribe de acuerdo a su edad y Marco primero lo verá entrenar y con base a eso le aplicará unos ejercicios personalizados para que afine detalles, como mejorar el golpeo al balón o corregir la postura cuando corre. Todos esos aspectos que en lo personal a mí me ayudaron un montón cuando fui joven.
“La gente al principio dirá que no sirve para nada porque los ven sencillos, pero en verdad es todo lo contrario, comentarán ‘¿para qué vas a poner a un muchacho a correr 20 veces y regresar la misma cantidad si no sabe rematar o recepcionar?’ Primero se debe hacer el trabajo de técnica, eso se lo intentamos dar de acuerdo a nuestro estilo de trabajo”, explicó.
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Parte del grupo que forma parte de esta academia lo conforman Roy Myers, Luis Restrepo, Víctor Alvarado y Andrés Sánchez.
Los grupos de trabajo se forman con base la edad, pueden ser desde uno y hasta 10 chiquillos, porque de esta forma los instructores verán en detalle sus mejoras y corregir otros aspectos rápidamente.
Cada ejercicio buscará que los muchachos sean más chispas en la cancha, amplía su visión dentro de la cancha y mantiene la esencia que es un juego.
Sorprendido
El Maravilloso contó que hasta el momento los papás se han mostrado contentos por los resultados y recientemente se llevó una sorpresa, mostrando que en Tiquicia hay talento.
“Los niños de cinco años normalmente son dispersos y el trabajo es distinto para mantenerlos enfocados, pero una vez me di una grata sorpresa, llegó un niño zurdo y tenía una coordinación que me impresionó, hablé con sus papás para saber en cuál academia estaba, me respondieron que desde hace un mes empezó con la preparación una vez a la semana, entonces les dije que sus movimientos son impresionantes.
“Porque uno se va imaginando que si lo guía correctamente, puede tener muchas posibilidades de crecer, lo puse hacer varios ejercicios, todos los hizo bien y me dije ‘ah no, no, a este le vamos a dar seguimiento’”, comentó.
Con la experiencia de Myers, recomienda que los niños desde los cinco años puedan llevar estas sesiones, porque entre más chiquillos sean, será más fácil amoldarlos, sus posibilidades para meterse en un equipo élite aumentan y en el futuro darán sus frutos.
Además, detalló que cuando ven a un chiquillo o chiquilla que los impresiona, les buscan abrir un campo en sus divisiones menores para que se sigan desarrollando y el ADN morado lo puedan afrontar.
Pero en caso que no peguen en el fútbol, Roy indicó que esos ejercicios los ayudará a afrontar de mejor manera los desafíos de la vida.
“En caso de que no lleguen a ser futbolistas, podrán ser mejores personas y tendrán más facilidad en hacer ejercicios por salud y coordinación”, comentó.
Si le llamó la atención y quiere que su hijo o hija reciba esas sesiones, puede solicitar más información por WhatsApp al número 8400-1197, las clases se imparten de lunes a viernes de 5 a 8 p. m. en el Colegio Yorkin en Lomas de Ayarco Sur en Curridabat.