El histórico Santos de Brasil tocó fondo este miércoles luego de descender a la segunda división al caer derrotado 2-1 en casa ante el Fortaleza, partido que determinaba su permanencia en el Brasileirao, máxima división del fútbol de esa nación.
Famoso en el mundo por ser el club de Pelé y Neymar, en Costa Rica el cuadro albinegro es recordado por la contratación de Bryan Ruiz, quien en julio del 2018 lo anunció con bombos y platillos.
Lamentablemente para el tico, las cosas no le salieron bien allí, casi no jugó y sufrió en demasía entre lesiones y el poco aprecio que le tuvieron entrenadores y el presidente, hasta que logró salir del club en el 2020 cuando logró romper el contrato.
La vivido por Ruiz en Santos fue apenas una muestra de que es un equipo que desde hace años vive sus épocas más bajas, agobiados por las malas decisiones deportivas y económicas.
Tras años de crisis deportivas y económicas, el fantasma del descenso se concretó para el tradicional ‘Peixe’ justamente cuando está a punto de cumplirse un año de la muerte del ‘rey del fútbol’.
Aunque llegó en la posición 15 a la última jornada del Brasileirao, con 43 puntos, el Santos perdió en casa 2-1 con Fortaleza y retrocedió definitivamente hasta la casilla 17, la última en dar un boleto indeseado para jugar en la Serie B en 2024.
Partidos con los que reaccionarías así:
— Apuntes de Rabona (@ApuntesdeRabona) December 7, 2023
El descenso de Santos de Brasil por ejemplo. 😢 pic.twitter.com/4RCUPN4Ex9
Su exatacante Marinho, en el minuto 39, abrió la cuenta para los visitantes, entrenados por el argentino Juan Pablo Vojvoda. El defensa Messias puso la paridad (58), pero el delantero argentino Juan Martín Lucero (96) los sepultó en el descuento.
Tampoco le jugó a favor que los otros dos equipos que comenzaron la fecha 38 por debajo suyo en la tabla, Vasco da Gama y Bahia, ganaran sus respectivos partidos contra Red Bull Bragantino y Atlético Mineiro.
Vasco, del técnico argentino Ramón Díaz, venció 2-1 y Bahia, del mítico exportero Rogério Ceni, goleó 4-1. Ahora apenas sobreviven Sao Paulo y Flamengo como los únicos equipos brasileños en nunca haber caído a la segunda categoría.