El portero del Cartaginés, Darryl Parker, se hizo grande anoche ante el Santos, pero no pudo evitar que su equipo perdiera 2-1 ante el Santos en el Ebal Rodríguez.
Pero que no se interprete que Cartaginés no jugó, o que llegó a defenderse, ni mucho menos. Es que en el complemento Santos fue un vendaval y sus cañoneros tocaron una y otra vez la meta del portero, pero solo un gol le pudieron hacer. El otro había caído en la inicial.
Santos fue el Santos de antes. El que hace valer su estadio, el que presiona la salida, el que ataca con criterio, el de delanteros incisivos. Y Cartaginés volvió a ser Cartaginés, el cuadro que no logra hilvanar una seguidilla de buenos resultados, pese a que es un equipo ordenado y corajudo. La noche del sábado fue superado en el complemento, pero no en la inicial.
Por eso fue un juego de dos caras, en la primera, de trámite parejo y mucha disputa en el medio campo. Ambos cuadros tuvieron opciones y mostraron una vocación alegre.
Pero en la segunda parte, el rostro del Santos cambió a partir de dos cambios fundamentales que hizo el técnico Johnny Chávez, Bryan López y Starling Matarrita. Los brumosos sufrieron con ellos y los guapileños con Parker, el que les negó un tanate de goles.
El juego inició con Cartaginés sin complejos, pero sin hacer loco. Se resguardó, midió al rival y buscó la forma de hacerle daño. Era la forma más inteligente de encarar el partido y la primera parte dejó la sensación de que hacía lo correcto y que podía ganar el partido.
Mientras que Santos, más por urgencia, le puso corazón, alma y vida para salir del asedio en que lo han sometido los últimos lugares de la tabla acumulada y para salir de esa racha espantosa en que habían caído, antes de esta noche.
En esas circunstancias, Santos fue el primero en llevar peligro, con un remate a quemarropa de Steven Williams que probó los buenos reflejos de Darryl Parker, que se lució con su primera atajada, que llegó justo antes de un fallo en la luz que duró por lo menos 20 minutos y que le dio aire al Cartaginés.
Pero al minuto 18, después del apagón, Santos se puso arriba con un gol extraño. Hubo un centro al área, Jameson Scott rechazó, pero la bola pegó en la cabeza de un rival y quedó en el área, dando tumbitos, hasta que la controló Faerron, que hizo un remate suave y esquineado.
Sin embargo, Cartaginés respondió con un golazo de tiro libre de José Sosa, al que Forvis no le pudo llegar, solo tres minutos después.
El gol le dio confianza a los brumosos, que se juntaron en el medio campo e hicieron buen fútbol, como cuando Paolo le puso un centro buenísimo a Marcel Hernández, quien se la bajó a Rusell y éste la botó inexplicablemente.
En momentos en que Cartago tomó el control de las acciones, el Santos casi anota con Steven Williams, quien remató dentro del área y William Quirós le sacó la bola de la raya.
San Parker
Pero el complemento fue otra cosa. Si quitamos los primeros cinco minutos, donde Cartago lució mejor, fue un recital de Santos que estuvo encima de los visitantes y emergió Darryl Parker para evitar una goleada, sobre todo después del gol.
Primero le metió las uñas a un remate mordido de Williams que envió al tiro de esquina, pero al minuto 77 no pudo con Cristian Lagos quien quedó solo frente al área ante un centro de Matarrita y marcó el 2 a 1.
Después del gol fue cuando más trabajo tuvo y Parker se hizo grande. Le paró remates, con sello de gol a López, a Matarrita y a Mason y a ese asedio hay que sumar una mala definición de López y una bola que se le fue larga a Raymond Salas, cuando ya había sacado al guardameta.
El marcador se quedó corto, pero al menos Santos volvió a ser Santos y Cartago volvió a ser Cartago.