Lo que vive el jugador Jurguens Montenegro lo conoce muy bien el exvolante y mundialista de Japón- Corea 2002 Rodrigo “Rocky” Cordero porque experimentó lo mismo a inicios de la década del 2000.
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Montenegro, ficha de Alajuelense a préstamo con el equipo Cartaginés, no podrá enfrentar a los rojinegros el domingo a las 11 a.m. por una cláusula que indica que si desea hacerlo, los brumosos deben pagarle ¢3 millones a la Liga. Esa es la llamada cláusula del miedo.
Algo muy parecido le sucedió a Rocky cuando se fue del Team al Cartaginés y quizás lo peor es que él se enteró que no podría jugar apenas dos días antes del partido.
"Son negociaciones que se hacen entre los directivos, a mí me pasó igual con Aquil Alí (expresidente florense) y Thelvin Cabezas (exjerarca brumoso).
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“Tenían que pagar igual (que ahora), no recuerdo cuánto, pero así era", señaló Rocky, quien ahora trabaja en el taller mecánico que era de su papá.
Cordero dice que supo cómo estaban las cosas tan poco tiempo antes del juego porque las directivas armaban los acuerdos sin informar al futbolista.
Al conocer el impedimento para jugar no hizo nada porque no tenía a quién reclamarle si él había firmado el contrato aunque, asegura, el documento no decía nada al respecto.
Fue la única vez que le pasó algo así y cuenta, en broma, que mejor que no jugó aquella primera mejenga como brumoso porque Cartaginés cayó 6-0 en el estadio Eladio Rosabal Cordero.
Montenegro es el único jugador al que Alajuelense le puso esta cláusula; no pasa lo mismo con Daniel Villegas, a préstamo con Jicaral, ni con el jamaiquino Maalique Foster, ficha del Santos de Guápiles.