Roberto Castro, asistente técnico de Grecia, demostró tener señorío pese a la derrota.
Cualquier otra persona hubiera salido despotricando contra el árbitro después de que su equipo perdiera un partido en el que le anularon un gol, de mala manera, cuando la mejenga iba 0-0.
Castro, lejos de hacer un Jafet, dijo que a él no le corresponde hablar de ese tema y aseguró que si salieron de zona de clasificación y sumaron un partido más sin ganar, es por culpa de ellos mismos y de nadie más.
“No vamos a echar la culpa a lo de hoy, los muchachos fueron aplicados, por muchos lapsos la liga llevó la emoción pero nosotros fuimos más ordenados... Somos víctimas de los últimos partidos, estamos donde merecemos, pero no donde queremos”, dijo Castro durante la conferencia de prensa.
La mano derecha de Allan Alemán esquivó como los grandes las insistentes preguntas que le hizo la prensa para que soltara algún dardo por el gol mal anulado y concluyó diciendo que a él le gustaría que las conferencias de prensa sean mucho más “sustanciosas”, o sea, que se aprovechen más para hablar de fútbol y no de arbitrajes.
“Me dijeron que fue un golazo (el que les anularon), que fue una jugada correcta de parte de nuestro equipo, no tan correcta de parte del otro equipo. Solo me puedo referir de eso”, dijo con justa razón, pues el técnico del equipo está suspendido, precisamente, por una bronca con los referís.