Mientras más de la mitad del país estaba agüevado porque se suspendió el primer partido de la final entre la Liga y Saprissa, en Alajuela y Tibás están que brincan en una pata porque el parón les benefició a ambos para descansar.
Después de que se reanudara el campeonato nacional por la pandemia, estos dos equipos han estado dándole parejo miércoles y domingo, por lo que el desgaste a estas alturas es bravo y ya estaba empezando a dar las primeras señales.
En la Liga, por ejemplo, Junior Díaz viene con dolencias desde hace unos tres partidos y aunque salió lesionado del partido de la vuelta contra Herediano, parece que sí podrá estar contra los morados en el primer partido de la final de la segunda vuelta ante el Monstruo, en el Alejandro Morera Soto.
“Junior ha estado trabajando con los fisioterapeutas debido una sobrecarga que sufrió en la serie contra el Herediano, así que será el cuerpo médico el que, junto con el técnico, los que tomarían la decisión en las próximas horas, la cual podría ser el mismo miércoles hasta último momento”, expresó Ferlin Fuentes, jefe de prensa del equipo rojinegro.
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Fuentes contó que pese a que la recta final pudo ser agotadora, el estado de ánimo puede más que la parte física, pues el equipo está supermotivado por alcanzar una final más.
Mientras que en la acera contraria, el Saprissa aprovechó los días libres para tratar de recuperar a David Guzmán, quien sufrió un tirón muscular en la pierna izquierda.
Pese a los esfuerzos, parece que la recuperación de el Loco va un poquito más atrasada de la cuenta, pero en la Cueva no lo descartan, de acuerdo al jefe de prensa morado Patricio Altamirano.
“El tener más días de recuperación le permite al jugador llegar en mejor condición y para nuestro técnico es valioso ese retraso porque se amplió el rango de trabajo en el tema táctico”, comentó Pier Luigui Morera, preparador físico del Monstruo.
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