Risas, abrazos y choques de puños marcaron el reencuentro de los exjugadores del Deportivo Saprissa que formaron parte de la planilla que jugó el Mundial de Clubes en el 2005.
La actividad se efectuó este viernes al mediodía, en el restaurante P.F. Chang’s del centro comercial Oxígeno en Heredia. La idea de realizarlo ahí fue gracias a Alonso Solís, que invitó al expreparador físico Marcelo Tulbovitz al programa VIS10N de radio Columbia y TD Más, por lo que al final varios compas que compartieron camerino sugirieron que si podían llegar y de una se armó.
El programa comenzó a las 12:30 p. m., La Teja llegó unos 15 minutos antes para ver el ambiente, en ese momento venía llegando Randall Azofeifa, que nos dijo que solo se iba a quedar un rato, pero al final hasta almorzó con el resto de exjugadores.
Faltando cinco minutos para empezar, llegó don Marcelo, acompañado por Pablo Brenes y José Luis “Puppy” López, el uruguayo estaba muy emocionado y dispuesto al montón de momentos que viviría a continuación.
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Conforme avanzó el tiempo, el desfile de figuras creció y ojo a la lista, que más de uno, al leerlo, revivirá buenos recuerdos: José Francisco “Cocha” Alfaro, Ronald González, José Francisco Porras, Hernán Medford, Oscar Seravalli y Gerald Drummond.
La dinámica de la bienvenida era calcada en todos: Mirada de asombro al ver a cada uno, frases como “¿diay mae?” o “¡Mira! A este hace ratos no lo veía”, abrazos de compas y una que otra frase de chota para romper la tensión.
El primero que armó el alboroto cuando llegó fue Tray Bennette, por lo que los gritos y frases parecían como si estuvieran en un camerino. Otros que alborotaron el panal fueron Andrés Núñez y Allan Alemán, quienes aplicando sus mañas de cuando eran jugadores.
Marcelo no paró de reír con ellos y aplicaba el toque de los delanteros matadores, ya que no dejaba picar para sentenciar, sus víctimas fueron Oscar Seravalli que con el paso del tiempo dejó de ser aquel chamaco, pues su semblante es otro; a Gerald lo piropeó porque mantuvo el porte y no se dejó vencer por los años; y a Núñez le dijo que ya no aplica los chistes de antes.
Paté brilló
A la 1:15 p. m., mientras el programa seguía al aire con Tulbovitz y varios invitados reviviendo anécdotas, llegó una de las figuras más sobresalientes del saprissismo: Walter “Paté” Centeno, quien en medio de las risas y su picardía que han sido su sello por muchos años, se acercó a la mesa para saludar uno por uno.
Cuando terminó, se sentó a la par de Allan Alemán y se puso a hablar con Gerald, Brenes y Seravalli, a los pocos instantes se volvió a levantar para moverse al set del programa, abrazó a Marcelo y soltó varias vivencias que tuvieron cuando defendieron la camiseta de la S.
Detrás de Centeno llegó el masajista Juan Gabriel Rodríguez, mejor conocido como “Pingo”, con una bolsa llena de camisetas viejas que más de un fiebre deseaba.
En medio del alboroto y el corre corre de los meseros sirviendo la comida, entró José Pablo Fonseca, según él callado para sorprender, pero Gerald y Tray le arruinaron el plan con uno que otro grito.
Solís y Atim como locos
Por varios lapsos del programa, Alonso Solís y Atim Roper se levantaron para darle espacio a otros compas y revisar que todo estuviera bien, pasaban por las mesas de cada uno a preguntarles que si ya les habían servido el fresquito o la comidita.
Literalmente ambos se pusieron la diez como anfitriones para que todo estuviera acorde a lo planificado, a las afueras del restaurante las personas que pasaban por ahí no cabían del asombro, alguno hasta se mandó a pedirles un autógrafo y sin dudar los exjugadores decían que sí.
Cierre de película
Tanto fue el pegue con los invitados que el programa se extendió por unos diez minutos más y cerraron de una forma que muchos no olvidarán: Todos frente a la cámara de televisión y el lente de La Teja para tomarse la foto que guardaría el momento para la historia.
Al finalizar el programa cruzamos unas palabras con don Marcelo para despedirnos y saber cómo vivió esta vivencia, nos respondió con la frase: “fueron muchos momentos de felicidad”, con una enorme sonrisa.