Una racha de trece victorias al hilo de Saprissa se convirtió en dos mejengas que han dejado a los morados con un sinsabor fuerte, es la sensación que les dejó el empate a un gol con el Cartaginés.
Cuando al primer minuto vimos que el Monstruo anotó en una jugada toda singracia, con un desvió de Marcel Hernández y una bola que le pica mal a Kevin Briceño muchos pensaron en otra goleada como la de las semifinales del Apertura 2023.
Un tiro libre de Jefferson Brenes afuera del área, un jugador de buena pegada, cobró, la bola la desvía Marcel Hernández con la cabeza, pica antes de entrar y la jugada se come a Briceño.
Con ese presagio no se podía culpar a los que imaginaban que se venía un desastre azul, los primeros quince o veinte minutos fueron del local, que en la cancha del Estadio Nacional salió a dejarse el partido y cuando a los 19 minutos cayó un penal a favor de la S, diay sí, cayeron todos los fantasmas.
La falta de José Luis Quirós sobre Joseph Mora no dejaba dudas, penalotote. Mariano Torres fue, tomó la pecosa, esperó el pito y nada más hacía falta la celebración. pues es raro ver al capitán morado fallar en esas instancias, pero para sorpresa de muchos pasó, Briceño se llevó el tiró tirándose a su derecha.
Fallar el penal rompió la dinámica inicial o las sensaciones que se sentían y empezamos otro partido, en el que los brumosos no se quisieron quedar con el papel de víctimas y empezaron a apretar el marco de Kevin Chamorro, creció mucho la intensidad. Nada parecido a aquellas semifinales.
En una de esas cayó el empate en una jugada muy bien ejecutada por los blanquiazules y que con la complicidad de una de las mañas del fútbol tico, jugadores que se quedan con la mano levantada pidiendo posición prohibida en lugar de marcar.
Allen Guevara cobró un tiró de esquina al 41, Marcel Hernández cabeceó a marco y apareció al primer palo José Gabriel Vargas para dar el toquecito para igualar, estaba en buena posición y como suele pasar, el jugador que está habilitando al anotador es quien suele pedir el fuera de juego, en este caso fue Jefferson Brenes.
Era el mejor momento blanquiazul, Marcel pegó una en el palo a los 45 minutos ante el desconcierto del tricampeón que se dio cuenta que ya no tenía al frente al flancito de las semifinales.
Otro partido que al Monstruo se le estaba incomodando, como el del jueves cuando cayó de manera sorpresiva 1-0 en Pérez Zeledón y se le cortó la oportunidad de hacer un récord nacional de 14 triunfos al hilo, una muestra que para este campeonato no podrá ganar siempre a puro ADN.
Mucha intensidad
Lo del segundo tiempo tenía pinta clara, el visitante aguantando y saliendo rápido con el Cusuco, Jeikel o Marco Ureña y en menor medida Marcel Hernández y la S volcada al frente.
Entró Ariel Rodríguez y Javon East, la dupla de atacantes titular la temporada pasada y que en esta ocasión arrancó en banca por darle espacio de arranque a figuras como Luis Díaz.
Saprissa presionaba, metía atrás a Cartago, lo intentaba por diversas vías y hasta echó uno al 70, pero Ariel estaba claramente adelantado, por lo que el línea Leslie Macre le anuló el gol de manera correcta.
En medio de eso Cartago metió diversos sustos y pudo llevarse el partido, un cabezazo de Jeikel Venegas que sacó Chamorro y un bombazo de Marco Ureña que pegó en el puro ángulo izquierdo al 72 que le mató las amebas a más de un morado que la vio adentro.
El final de la mejenga fue sin tregua, primero con un tiro libre de Mariano que a los 86 se fue encima del marco y después dos brumosas con Marcel, primero un cabezazo que Chamorro tapó de manera heroica al 88 y luego otra que Joseph Mora tapó apenitas ya en tiempo de reposición.
Se fueron tablas, este era el Cartaginés que hubiera sido bueno ver en semifinales, pero que ojo que jugando de esta manera, tiene con qué pelear donde sea que vaya.