EscucharMientras que en nuestro país creemos que tocamos el cielo venciendo a Curazao, algo que debería ser una obligación y coleccionamos fracaso tras fracaso en selecciones menores, México, nuestro principal rival del área, se aburre de ganar torneos de clubes y de llegar a finales de mundiales menores.
El caso de éxito azteca más reciente es la sub-17, la cual buscará este domingo a las 4 p.m. dar el campanazo y lograr su tercera corona en esta categoría frente al todopoderoso Brasil, organizador de la Copa del Mundo.
Los chamacos mexicanos han llegado, con la de este domingo, a cuatro finales sub-17, de las cuales ganaron dos y solo perdieron una.
Y para que nos duela más, México ya le ganó a los brasileños una final en esta categoría, en el Mundial de Perú 2005 cuando ganaron 3-0.
Mientras tanto Costa Rica se quedó estancada en divisiones menores y aunque la Sele asistió al último Mundial sub-17, quedamos eliminados en la primera ronda.
Y es que nosotros seguimos conformándonos con llegar a cuartos, como hicimos en los ya lejanos 2001, 2003, 2005 y 2007 en este nivel.
“No hemos logrado dar esos pasos que nos faltan para llegar a las instancias más fuertes porque se le da mucha importancia a lo táctico, pero se han descuidado los aspectos básicos del fútbol. El joven debe tener hoy en día más contacto con el balón”, comentó Manuel Gerardo “Puro” Ureña, uno de los técnicos que mejor trabaja las ligas menores en Costa Rica, pero que lleva rato fuera de la Fedefútbol.
LEA MÁS: Grupo de la Sele podría quedar con un triple empate en puntos
México después de llegar únicamente a cuartos en 1999 y 2003, entendió que tenía que cambiar la forma de trabajar y ahora es potencia mundial en sub-17 y los frutos se ven en la mayor con jugadores de la talla de Carlos Vela, Gio Dos Santos y el Hirving Lozano.
En los mundiales sub-20, los aztecas se dieron el lujo de llegar a la final de la primera copa en 1977 y fueron terceros en Colombia 2011.
Costa Rica sigue viviendo de la gesta heroica de Egipto 2009, desde entonces solo asistimos a los mundiales del 2011 y 2017, hay que recordar que en las categorías menores se juegan cada dos años.
“Ellos han logrado crecer, no solo por tener más plata y mejores estadios sino porque se dieron cuenta que los jóvenes que lleguen a las menores no deben tener errores de concepto desde que están en las escuelas de fútbol y además, los mentalizan en que cuando estén en equipos grandes podrán llegar a las mejores ligas del mundo para ser protagonistas”, explicó Ureña.
Inclusive, el Puro apunta a que otros deportes ayudan a crecer.
“En México ahora están tratando de que sus futuras promesas practiquen otros deportes que puedan generarle a esos muchachos ayuda dentro de la práctica del fútbol. En nuestro país, por ejemplo, Paulo Wanchope practicó el baloncesto, eso llegó a darle una visión periférica muy importante. Hugo Sánchez se convirtió en un gran atleta porque le gustaba asistir a los circos y ahí aprendió a caer y saber levantarse de forma ágil”, dijo.
LEA MÁS: Keylor Navas regresará a los entrenamientos la próxima semana
