Sufriendo, como se le hizo costumbre a Costa Rica en los últimos meses, la Sele se dio por servida con un empate a uno ante Haití en el cierre de su grupo en la Liga de Naciones, para ganar con cualquier cosa menos brillo su grupo.
Meternos como el peor ganador de grupo con seis puntos, nos deja con un “premio” bastante lindo, apenas para ilusionarnos más, enfrentarnos a México, el mejor equipo de esta ronda en semifinales.
Los aztecas tan solo necesitan ganarle a Bermudas este martes en México para asegurar el duelo ante los ticos en la ronda semifinal que se jugará en junio del 2020, en una sede por definir, en Estados Unidos.
Con un Cueva pelada, con frío en las gradas y en el ambiente, Costa Rica volvió a jugar en Tibás por primera vez en diez años.
Ante Haití, el cuadro Tricolor le bastaba con un empate para ganar su grupo y meterse a semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf, algo que Ronítal y los muchachos se tomaron a pecho.
Ver el Saprissa casi vacío habla que la afición no come cuento y no anda contenta con la Sele, aunque se le trate de echar la culpa a otros factores como el poco tiempo de trabajo de Rónald González o hasta lo que dice la prensa.
Con juegos tan deslucidos como el de este domingo, es fácil explicar porqué la gente no quiere ir al estadio a ver a un equipo que lleva meses de meses que no arma ni un lego de dos piezas y con muchos jugadores en bajísimo nivel.
Esa explicación es más realista que la que se andan buscando algunos, en un torneo que jala más una cocina de leña.
Cuerda rindió poco
Ante Haití, por ejemplo, el juego de los ticos arrancó con unos buenos diez primeros minutos en los que los pases filtrados de Johan Venegas dejó a sus compañeros en tres ocasiones de cara a gol, pero el ritmo fue bajando poco a poco.
La más clara en ese arranque fue la que le quedó a Rándall Leal a los seis minutos, quien en el mano a mano con el meta caribeño buscó el palo largo, pero la pecosa se abrió mucho y se fue a un lado.
El Cachetón le metía rapidez y vértigo al juego, otro de sus pases dejó a Rónald Matarrita de cara a gol a los 25 minutos, pero la salida del meta haitiano incomodó al lateral del New York City y la jugada no terminó en nada.
Un minuto después cayó el gol de la Sele, luego de un tiro libre que Dylan Flores mandó al área y como sucedió ante Curazao, apareció Francisco Calvo de cabeza para mandarla al fondo.
La mala marca de la defensa caribeña ayudó a que el “gringo” se metiera fácilmente para meter el jupazo y anotar por primera vez en el Saprissa desde el 12 de diciembre del 2016 cuando jugando para el Monstruo le anotó al Santos.
A sufrir
Como ha sido la tónica de Costa Rica en la Liga de Naciones, ante Haití, un equipo que ya nos compite y nos pinta la cara con más facilidad de la que debería, nos dedicamos a sufrir.
Los caribeños nos metieron un susto a los 35′ con un remate que Keysher Fuller logró desviar, un minuto después el cuadro isleño nos empató con un gol de penal, luego de una mano de Giancarlo González en el área.
Duckes Mazon la pegó al lado derecho de Esteban Alvarado, el portero del Herediano le fue bien, pero no logró llevarse el remate que iba muy esquineado.
Para el segundo tiempo el partido se resume simple, Haití nos encimó, se adueñó del balón, tuvo las mejores opciones y nos puso a bajar a todos los santos del cielo.
La sensación de peligro la daba el cuadro caribeño, porque cuando la Sele tenía la pecosa no presentaba ideas claras o tiraba pases que casi siempre terminaron en posición prohibida.
Al ver la situación, Ronítal buscó dar vuelta al asunto con los ingresos de Jonathan Moya y Marvin Angulo por Rándall Leal y Dylan Flores respectivamente, pero la situación tampoco generó un cambio.
Haití seguía matón y con las mejores opciones, Francisco Calvo salvó la tanda de nuevo al sacar casi bajo la línea una bola y a los 75 el árbitro nos dio un respiro de alivio cuando anuló un gol del haitiano Pierrot, quien estaba metido al marcar.
González reaccionó de nuevo, pero esta vez a la inversa y dio la sensación que prefirió asegurarse un puntito y defender lo ganado con el ingreso de José Miguel Cubero por Venegas, quien en el segundo tiempo se fue diluyendo.
Por como se estaban viendo las cosas, estaba mucho más cerca el gol de Haití que el de los ticos, por lo que la variante no era tan descabellada, pero ante un rival que se supone inferior, si era un poco vergonzoza la situación.
Sin triunfos
En cuatro juegos, la Sele apenas tiene una victoria en la gestión de Rónald, ese único triunfo fue el del jueves pasado ante Curazao en territorio isleño. El técnico deberá trabajar mucho para conseguir su primer gane en casa.
En los últimos minutos de la mejenga, los ticos pulsearon el triunfo con un par de jugadas, un tiro libre de Marvin Angulo en las afueras del área en el marco sur.
Más de uno se ilusionó y hasta lo vio el remate en un ángulo como lo ha hecho vestido de morado, pero en esta ocasión el balón quedó en la barrera.
Al cierre llegó la torta del árbitro hondureño Said Martínez, cuando anuló de manera incorrecta un gol de Jonathan Moya al minuto 87, el réferi alegó posición prohibida, pero el atacante erizo estaba en línea cuando marcó.
Eso sí, ese tanto no borraba nada de lo visto en la cancha, el equipo sigue sin enamorar a prácticamente nadie, habría que ser muy conformista para sentirse bien con lo mostrado hasta ahora, lo único bueno es clasificar,
Si con esta Sele se quiere soñar con más, hay que trabajar mucho estos meses, sino como dijo una vez Cristian Lagos “que Dios los tenga en su santa gloria”.