Puerto Golfito está en la final del Apertura 2020 en la Liga de Ascenso y lo hizo contra todos los pronósticos, ya que entró como el último de los clasificados a la segunda ronda y se apeó a dos favoritos por el título.
Gracias a ese repunte tan espectacular, el cuadro golfiteño se dio le lujo de iniciar este domingo como local ante Guanacasteca la serie que les podría dar el título de la segunda división.
En la cancha, el técnico Roberto Castro ha estado al comando de este proyecto y reconoce con orgullo ser pupilo de Wálter Centeno, ya que breteó a su lado un buen rato como asistente.
Junto a Paté, este entrenador de 36 años logró en el 2017 el ascenso a la primera división con el Municipal Grecia y siguió con él en la máxima categoría hasta que Centeno jaló al Monstruo.
“Yo empecé con Wálter en Puntarenas que fue el primer equipo que el dirigió, después estuve con él en Grecia hasta que él se marchó y casualmente el equipo me lo dejaron a mí.
“Es claro que no es el mismo peso ser asistente que cabeza de grupo, pero siempre la experiencia de haber vivido cosas es importante para poder transmitírselo a los jugadores. Lo que aprendí con él, con Douglas Sequeira y Henry Acosta que también se fue a Saprissa me ha ayudado mucho”.
Toda esa experiencia, este escazuceño la puso a servicio de Puerto Golfito.
A raíz de la situación causada por el covid, el equipo se tuvo que trasladar a Chepe para realizar sus partidos de local, por lo que muchos amigos le han seguido de cerca la pista, como Paté, Douglas y Henry.
“Mi manera de ver el fútbol es similar a la de Wálter, es lo que tratamos de plasmar en la cancha, claro que Wálter tiene su matiz y yo tengo el mío, pero somos muy cercanos en la idea”, agregó.
Para la final, Roberto ha conversado con el cuerpo técnico morado, ha recibido algunos consejos que siempre toma con humildad y les agradece todas las buenas vibras.
“Con el cuerpo técnico de Saprissa tenemos muy buena comunicación, llegan a ver nuestros partidos y yo estoy muy agradecido con él por todo lo que ha sido mi paso por el fútbol. Claro que tengo los oídos muy bien abiertos para lo que me pueda aconsejar.
Contra viento y marea
Para el inicio de este torneo de la segunda división, Castro asumió el banquillo de Golfito, comprometido a tratar de sacar las cosas adelante con un grupo joven reforzado con algunos jugadores experimentados.
“Estamos contentos del paso que pudimos dar, pero no del todo satisfecho, porque ahora que estamos en la final, queremos pelear por el título, a pesar de que hace más de un mes no teníamos el panorama tan claro.
“A nosotros nos costó mucho clasificar, lo hicimos hasta la última fecha, hemos jugado contra los mejores equipos del torneo y fuimos mejorando. Ahora lo que queremos es que el 20 de diciembre nos podamos proclamar campeones”, comentó entusiasmado.
Golfito eliminó en cuartos de final a Barrio México, el equipo que sumó más puntos en la fase de grupos, después se echó a Cariari en semifinales, otro de los favoritos debido a las figuras con las que contaba.
“No puedo menospreciar a mis jugadores han demostrado ser de mucha calidad, pero al inicio la idea que queríamos demostrar necesitaba tiempo, era un torneo muy rápido, lo cual va en contra de tener una idea de juego, pero al pasar las series nos dio la opción para trabajar más y por eso hemos mejorado”.
Para lo que es la final, Roberto afirma que no engaña a nadie al decir que los pamperos son los favoritos para la serie que arranca este domingo a las 2 p. m. en el Colleya Fonseca.
“No solo se ve, sino que han trabajado para ello, por supuesto que son favoritos, tiene un cuerpo técnico con muchísima experiencia. Le tengo mucho respeto a Minor Díaz por toda su trayectoria y a Jossimar Arias. Ellos tienen jugadores que han sido campeones y goleadores de torneos.
“El margen de error que ha tenido Guanacaste ha sido muy poco y a nosotros nos toca ahora ir a pelear ante el equipo grande la segunda división”, detalló.
Golfito saldrá a la cancha con la ilusión de llevar el título del Apertura 2020 a la zona sur, aunque durante todo el torneo hayan tenido a cientos de kilómetros a su gente, los llevan en el corazón.