El entrenador de la Selección Nacional, Luis Fernando Suárez, no festejó el gol con el cual Costa Rica le ganó a Japón 1 a 0 en la fecha 2 de la Copa del Mundo de Qatar 2022, lo que llamó la atención de propios y extraños.

Cuando Keysher Fuller mete el golazo, todos los jugadores de la banca y miembros del cuerpo técnico salen corriendo a celebrar con el jugador del Club Sport Herediano, pero el técnico ni se inmuta, más bien se devuelve y con cara de pocos amigos busca su lugar en el banco.

Se topa a alguien del cuerpo técnico quien le extiende la mano y Suárez saluda sin ningún rasgo de emociones en el rostro y sigue su camino.

Recordemos que Suárez y la Sele venían de recibir una paliza histórica de 7 a 0 ante España y las críticas sobre el técnico fueron rudas. La presión del estratega, la tensión y el estrés en el juego ante los asiáticos estaba al máximo.

En el 2014, cuando Costa Rica tuvo una gran participación con Jorge Luis Pinto son muy recordadas las tomas donde los jugadores salen a festejar y el entrenador sí celebra, pero lo hace solo. Suárez, prácticamente no celebró.

En partidos anteriores, el colombiano nunca fue eufórico, pero sí se le vio festejando. Por ejemplo, en el partido eliminatorio ante Jamaica, en el gol de Jimmy Marín, Suárez se vuelve hacia sus colaboradores, chocan sus manos arriba en señal de apoyo y se abrazan.

También lo hace en el partido fundamental ante Honduras donde se abrazó con sus asistentes luego del gol de Gerson Torres y transmitió un mensaje de alegría y unidad en el grupo.

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Hablamos con expertos para tratar de interpretar la actitud de Suárez.

“Lo primero es que hay una personalidad de base donde él se mantiene contenido. En el gol de Fuller se contiene esa emoción para no desbordarse. Mucha gente lo hace así en diferentes ámbitos”, explica la sicóloga María Ester Flores.

“En ese momento no se dio el permiso de aflojar las emociones porque no sabemos qué va a pasar después. Es un mecanismo de defensa, reprimirse por dentro para mantener la ecuanimidad”, explicó Flores.

La profesional añadió que el mensaje que manda al exterior puede ser contraproducente.

“Es como cuando un hijo llega donde los padres con un cien en un examen y estos no le dicen nada. Se mantienen indiferentes, no lo felicitan, así se percibe. Puede ser contraproducente porque marca una distancia entre los que luchan en la cancha y él, como que les dice ‘no me vengan a tocar’, añadió María Ester, aclarando que habla desde lo que se ve de afuera, pues no conoce al entrenador.

“Él es serio, educado, ecuánime, se ve buena gente, por eso me parece que fue un mecanismo de defensa por la tensión que tenía. Un escenario ideal es el que él muestra en los partidos anteriores, que no se exalta, sino que se abraza y choca las manos con sus asistentes, pero se mantiene tranquilo”, comentó.

Personalidad

También quisimos abordar el tema con un técnico que haya estado en situaciones de estrés, disputando finales y se le preguntó si un escenario como el que pasaba Suárez, con un resultado deportivo adverso, con críticas por doquier y mucha tensión en el ambiente puede condicionar a un técnico a la hora de festejar.

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“Claro, eso puede pasar, pero con Suárez me parece que tiene que ver más con su personalidad. Luis Enrique es efusivo, Mourinho, Guardiola, y puede haber otros más tranquilos que él”; dijo el técnico de Pérez Zeledón, Luis Marín.

“He visto que se mantiene ecuánime y tranquilo cuando le meten un gol a la Sele o cuando la Sele los mete, cada quien tiene su forma de expresarse”, dijo.