El comisario del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, dijo que ocho agentes habrían tomado o compartido fotografías que mostraban escenas muy crudas del accidente de helicóptero en que pereció Kobe Bryant.
Sin embargo, el jefe policial aseguró que había ordenado a los agentes borrar esas imágenes.
“Esa fue mi prioridad, asegurarme de que esas fotos no existieran más”, aseveró Villanueva este lunes, en declaraciones a NBC News.
LEA MÁS: Mamá de Cristiano Ronaldo sufrió un derrame cerebral
“Identificamos a los agentes involucrados, quienes acudieron al cuartel voluntariamente, admitieron que habían tomado estas fotos y las borraron. Y estamos satisfechos por el hecho de que los involucrados hayan hecho eso”, agregó.
TMZ publicó, que según algunas de sus fuentes policiales, un aprendiz policial fue a un bar varios días después del accidente y, en un intento por impresionar a una mujer, le mostró las fotos de los restos.
El cantinero escuchó la conversación y se indignó tanto que presentó una queja en línea ante el Departamento del Sheriff.
“Comunicamos en términos claros que esa conducta era inexcusable. “Quiero decir, había gente que lloraba la pérdida de sus seres queridos. Era una inconsciencia tener esto, encima de todo lo que había pasado”, aseveró Villanueva.
Villanueva explicó que el departamento policial carece de una política específica sobre tomar fotografías con teléfonos para uso personal. Sin embargo, afirmó que planea cambiar esa situación y expresó su deseo de que una ley estatal prohíba tomar fotografías no autorizadas de escenas de accidentes donde aparezcan cadáveres.
En declaraciones al canal KABC-TV, Villanueva dijo que los agentes enfrentan una investigación y posibles medidas disciplinarias, aunque no las precisó.
El departamento policial tiene una política que prohíbe tomar y compartir fotografías en escenas de crímenes. Sin embargo, esta no se aplica a accidentes, dijo el comisario a otro canal, KCBS-TV.
Bryant, su hija y otras siete personas fallecieron el 26 de enero, cuando su helicóptero se estrelló contra una colina en la localidad de Calabasas, al noroeste de Los Ángeles, en medio de una densa niebla. Las víctimas se dirigían a un torneo de baloncesto juvenil en las instalaciones deportivas que Bryant tenía en Thousand Oaks.