“Mami llore, mami lo logré”, fueron las primeras y emotivas palabras que le dijo Sherman Guity a doña Ana Guity después de hacer historia en Tokio.
Las lágrimas de ella estaban más que justificadas, pues su hijo acababa de entrar a la historia del deporte costarricense como el primer atleta tico en conseguir una medalla en unos Juegos Paralímpicos.
Sherman ganó la presea de plata en los 100 metros planos de la categoría T64 (atletas que sufrieron la amputación de una pierna) con un tiempo de 10.78, el mejor de su vida.
La competencia arrancó a las 6:23 de la mañana de este lunes y fue tal el alborto que se armó en la casa de doña Ana, en el barrio Bellavista de Limón, apenas su hijo cruzó la meta, un vecino llegó a preguntar si había pasado algo malo, sin saber que lo que acababa de ocurrir más bien era extraordinario.
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“Anoche me costó dormirme y me desperté a las cuatro de la mañana porque me daba miedo que la competencia se adelantara y no lo pudiera ver. Estaba en la casa con mis hijos pequeños y logramos conectarnos a la señal y casi que me metía a la pantalla para verlo.
“Estaba muy ansiosa, las manos me temblaban y cuando él iba corriendo yo gritaba y decía, ‘vamos, vamos’ y un vecino escuchó la bulla y vino a preguntar si pasaba algo, porque no sabía que Sherman corría la final. Me siento tan feliz que no tengo palabras”, manifestó la orgullosa mamá.
En la final, Sherman enfrentó a Johannes Floors y Felix Streng de Alemania; a Jarryd Wallace, Jonathan Gore y Hunter Woodhall de Estados Unidos; a Jonathan Peacock de Reino Unido y a Mpumelelo Mhlongo de Sudáfrica.
Momento mágico
Doña Ana dice que Sherman le prometió que se devolvería de Japón con una medalla y ya lo cumplió, pese a que aún le falta otra competencia por disputar (ver recuadro).
“El domingo hablé con él luego de la semifinal y me volvió a decir que conseguiría una medalla. Y la verdad ha pasado tantas cosas, que en vez de echarse para atrás dijo que lo lograría y él es muy positivo, tiene paciencia y mucho coraje y eso lo ha llevado adonde está.
“La semifinal la vi con el teléfono porque estaba en el gimnasio, con unas compañeras y las manos me temblaban, me costaba agarrar el teléfono. En todo momento estaba muy emocionada, porque vi que lo estaba haciendo muy bien”, dijo.
La mamá dice que ella se terminó de convencer de que su hijo ganaría una medalla desde el domingo, día que clasificó a la final.
“Yo siempre le dije, ‘usted es mi campeón, sí se puede’. No lo presioné mucho con el tema de la medalla, porque pensaba que al presionarlo le podía ir mal y para mí ya con solo el hecho de que llegara a la final era un logro”, manifestó.
Este lunes, después de la premiación Sherman le hizo una videollamada para mostrarle la medalla y ese momento es uno de los más mágicos de su vida.
“Le veía en su cara la felicidad y verle la cara de felicidad me dieron ganas de llorar.
“Yo me emocioné como si hubiera ganado el oro, cuando hablé con él se me salieron las lágrimas, fue una experiencia muy hermosa”, recuerda.
De locos
El lunes fue un día particular para la familia. El teléfono no dejó de sonar desde las seis de la mañana. Amigos, familiares, todos se comunicaban con doña Ana para felicitarla por lo que logró Sherman en tierras niponas.
“Sherman es el mayor de siete hermanos y todos estuvieron pendientes de la carrera. Los que siguen después de él grabaron el momento en el que ganó y se lo compartieron para que viera qué orgullosos que están de él”, añadió.
De nuevo a pista. Sherman correrá el próximo viernes a las 6:30 p. m. en las semifinales de los 200 metros y, si clasifica, correrá en la final el sábado 4 de setiembre a las 5:15 a. m. (hora tica).
Sherman no lloró de felicidad, según contó su mamá, pero dice que la sonrisa que tenía era indescriptible.
“Cuando me mostró la medalla, no lo podía creer. Es un triunfo para él, porque a pesar de los obstáculos ahí está, trabajando por sus sueños.
“No sé cómo explicar el poder de esa medalla. Representa la confianza que Sherman tiene en sí mismo, esa fortaleza que le ha permitido superar la adversidad. Estoy muy orgullosa de mi hijo”, destacó.