Errol Daniels y Jonathan McDonald tienen en común que los dos a punta de goles enamoraron a la afición rojinegra, pero las diferencias entre haber jugado fútbol hace más de 50 años y hacerlo ahora son enormes.
Durante el encuentro entre los dos máximos anotadores en los casi 100 años de historia de manuda, uno de los temas que salió a relucir fue ese.
Por ejemplo, mientras Jonathan y la gran mayoría de futbolistas ticos pueden vivir únicamente del fútbol, en sus tiempos Daniels tenía que pedir permiso en su trabajo, en la Municipalidad de San José, para tomar un bus rumbo a Alajuela, entrenar dos horas, y a las 2 de la tarde estar en la oficina trabajando como contador.
"En esa época era así. Mi papá también jugó fútbol y me contaba que no pagaban bien, había que trabajar y jugaban fútbol por amor, era la realidad de antes, jugar por puro corazón porque no había plata", comentó Bigmac.
Daniels dice que ganaba ¢800 por mes, siendo uno de los salarios más altos, pero los que eran ficha libre podían echarse unos coloncitos más que él y obtenían ¢1.000 o ¢1.500, "era mucha plata", según don Errol.
"Ochocientos (colones) no era mucho ,pero daba para acomodarse con lo que uno ganaba trabajando y vivir un poquito mejor", indicó Daniels, miembro de la Galería Costarricense del Deporte desde el año 2000.
Daniels no consiguió casa ni carro gracias al fútbol ,como sucede ahora, de hecho dijo que le habría gustado jugar en la actualidad, precisamente por la plata. No dudamos que hubiera ganado mucho y posiblemente hubiera jugado en el exterior por su gran olfato goleador.
Incluso, algo que ahora se ve tan normal, como que los clubes salgan del país a torneos internacionales, de pretemporada o a jugar fogueos, en los tiempos de Daniels no sucedía ni siquiera con la Selección Nacional.
Por ejemplo, según contó don Errol, solo cada cuatro años se conformaba una Selección y si lo convocaban era un "halago grandísimo", aunque jugaban dos o tres meses y se desarmaba.
Hasta el estilo de juego era más agresivo
Si la parte económica y laboral es muy distinta, también lo es el estilo de juego que se practica ahora, porque en los tiempos de Daniels la idea era ir al ataque, dar espectáculo y ahora con tanto dinero de por medio, el fútbol se ha vuelto más calculador.
"Al delantero ahora se le hace más difícil llegar al marco rival por el sistema de juego usado. Por ejemplo, en el partido Barcelona- Roma (de la Champions, el pasado 3 de abril, en el Camp Nou y que ganaron los culés 4-1 ) estaban tan metidos (los italianos) en el área, que cometieron dos errores e hicieron dos autogoles y al haber tanta aglomeración (de jugadores) en el área, también cuesta rematar o un pase que se quiera hacer le pega a un defensa y se va", explicó Daniels, de 73 años, quien tres meses después de llegar a la Liga, le dieron el chance de debutar en la máxima categoría y ahí empezó a hacer historia.
A lo anterior, Jonathan agregó que los sistemas tácticos han cambiado mucho, antes usaban tres o cuatro delanteros y ahora no, a lo más dos y si no un solo jugador en la delantera, algo que complica anotar.
"A veces te referencian un poco más en la marca, te ponen dos jugadores a marcarte y para concretar un gol, tenés que sacarte esas marcas y evitar que el portero te saque la bola, o sea, son tres personas marcando. Cuesta más y también por la urgencia de ganar títulos y cosas, el descenso, la parte económica se le da mucha importancia y ningún equipo va a venir aquí a jugar a que lo goleen", indicó Jonathan.
Futbolistas no eran tan mediáticos
Otra cosa que cambió entre los tiempos de don Errol y McDonald es la cobertura que hacían los medios de comunicación al mundo del fútbol.
Daniels recuerda que en sus tiempos estaba Javier Rojas y otros comentaristas que tenían sus programas de radio, pero no cubrían a diario los entrenamientos, como pasa en estos días, únicamente iban a los partidos y pare de contar.
Asegura Daniels que al principio de su carrera "todo iba mal" para los pocos medios que informaban, especialmente en el primer año con la Liga porque era puntero izquierdo y no centro delantero, entonces, los periodistas decían que no servía, hasta que le dieron su posición natural y ahí empezó la lluvia de goles que lo hicieron un ídolo rojinegro.
"La prensa a veces venía y después se iban a sus programas de radio a decir que habían visto al equipo entrenando", contó Daniels sobre una costumbre que prácticamente ahora desapareció en los clubes porque todos los entrenamientos son a puerta cerrada.
"La gente era la única que venía a ver los entrenamientos", insistió Daniels.
A Jonathan le preguntamos que si esa poca cobertura de la prensa habría sido una razón por la que habría preferido jugar en esos tiempos y sonriente dijo que no porque no le molesta la prensa.
Bigmac confesó que la única razón por la que le hubiera gustado jugar en el pasado sería para compartir en la cancha con don Errol, Alejandro Morera Soto o Juan Ulloa, figurones del pasado rojinegro que Jonathan admira.
"Y si no jugar, por lo menos haberlos visto", insistió McDonald, padre de dos hijos.
En el caso de Daniels, tuvo el honor de conocer a don Alejandro Morera Soto porque el ídolo rojinegro llegaba a los entrenamientos , los veía, les decía a los futbolistas cómo recepcionar la bola, cómo poner el cuerpo y a su hermano Floyd Daniels, hasta le enseñó a patear con la pierna derecha porque era zurdo.
Don Errol indicó que desde las ligas menores, los entrenadores se dedicaban a enseñarle a los niños cómo debían patear la pecosa con ambas piernas y si no lo hacían bien, se enojaban al punto que los obligaban a hacer las cosas bien.
Amor eterno
A diferencia de lo que sucede en estos días, donde es fácil que un jugador pase de Alajuelense a Saprissa o viceversa, Daniels dice que a él no le ocurrió porque se firmaba para siempre y el equipo era dueño de su ficha.
Por eso, asegura que solo si lo querían vender podía haberse ido a la casa morada, aunque como la Liga le dio la oportunidad de jugar en tiempos donde era complicado que lo hicieran, eso generó un agradecimiento de por vida por el equipo manudo y nunca se habría puesto la morada.
En este tema, McDonald es más mesurado, recordó que hace casi dos años, cuando los manudos lo declararon transferible por segunda vez, hubo un interés de los morados por él.
"Si yo tuviera un millón de dólares en el banco y usted me hace esa pregunta ( si aceptaría jugar con Saprissa) yo le diría que no, que nunca. Me costaría, sería una decisión que tendría que pensarla mucho tiempo para llegar a eso y espero que no me toque", indicó McDonald.