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Hace casi un año, el 23 de diciembre del 2016, los aficionados manudos recibieron por adelantado lo que creyeron era su regalo de Navidad.
El presidente rojinegro Fernando Ocampo, con apenas 23 días en el cargo, ilusionaba a la maltratada afición manuda anunciando al español Benito Floro como el entrenador del equipo por los próximos tres años.
“Queríamos irnos a comer el tamal de Navidad con un anuncio, que por lo menos nuevamente nos llene de ilusión, para el proyecto que inicia la Liga para los próximos años”, destacó Ocampo esa víspera de Nochebuena.
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Un técnico que dirigió al Real Madrid llegaba a la Liga, hasta el más negativo de los manudos pensó que este era el resurgir de los manudos.
El oriundo de Valencia, extécnico también del Barcelona de Ecuador y de la selección de Canadá, entre otros puestos, se presentaba como el salvador rojinegro, a pesar de que hace años no ganaba nada importante.
Cuatro días después, el 27 de diciembre, un día antes del Día de los Inocentes, como si el destino vaticinara lo que pasaría meses después, aficionados manudos hicieron fila en las afueras del Morera Soto para ver, como en los grandes clubes europeos, la presentación de Floro; algo que que nunca se había visto en el país.
Hay quienes dicen que ese día llegaron siete mil personas, otros dicen que fueron cinco mil las almas ilusionadas que se acercaron a darle la bienvenida al español a la llamada Catedral del fútbol tico: el estadio Alejandro Morera Soto.
Más o menos gente , lo cierto es que con lo vivido ese día, más de uno daba por ganado el título 30 que se le niega a los alajuelenses desde hace cuatro años.
"Los jugadores están dispuestos a devolver el equipo al lugar que merece. Los demás somos accesorios, para sujetarlos en la victoria y apoyarlos en la derrota", fueron las palabras del técnico de 65 años, quien no se imaginó nunca, al igual que los manudos, el calvario que estaban próximos a empezar.
Cuento de terror
Los primeros pasos de Floro en lo deportivo los dio con el pie izquierdo, ya que de 15 puntos, Alajuelense solo consiguió tres, algo que terminó afectando para que los manudos no clasificaran a la cuadrangular del Verano 2017.
De hecho, en su debut en el Morera Soto, el 7 de enero, Floro cayó derrotado 2-1 ,ante el Santos de Guápiles.
Meses después en la Liga Concacaf tampoco pasaron de la primera fase, al perder con global de 3-0 ante el Olimpia de Honduras.
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La falta de una planilla competitiva, el desconocimiento que tenía Floro del medio nacional y que él fuera gerente y técnico, es decir, el todopoderoso en el tema de fichajes, provocó su salida del club el 20 de agosto.
La última mejenga de Benito fue un empate ante Guadalupe, 0-0, en el estadio Colleya Fonseca, en una noche donde hasta explotó un trasformador de electricidad, como para hacer más grande el chispero de un Alajuelense en deuda.
Según datos del estadígrafo Luis Quirós, los números del valenciano fueron los siguientes:
Clausura 2017: dirigió 22 juegos, ganó 8, empató siete y perdió otros siete. Anotaron 27 goles y recibieron 23.
Solo ganaron 31 puntos de 66 disputados, para un rendimiento del 47 por ciento.
APERTURA 2017: dirigió 4 juegos, ganó uno, empató dos y perdió uno. Anotaron 6 goles y recibieron 4.
Ganaron cinco puntos de doce y el rendimiento fue del 42 por ciento.
En total, Floro dirigió 26 mejengas con los manudos, ganó 9, empató nueve y perdió ocho.
Ganó 36 puntos de 75 disputados y tuvo un rendimiento del 48 por ciento.
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La salida de Floro provocó que los manudos debieran pagarle una indemnización de $75 mil, correspondientes a tres meses de salario, casi ¢43 millones, porque ganaba ¢14 millones por mes.
A ese monto de indemnización, por terminar el contrato antes, se le debe sumar los 8 meses de salario por el tiempo que dirigió, lo que en total daría unos ¢157 millones por un trabajo que en la cancha nunca dio frutos.
