Cuando tenía 15 años, Douglas Molina sufrió un accidente en moto que le cambiaría la vida; sin embargo, este sancarleño luchó para salir adelante y hoy quiere abrirse camino en la lucha de brazos.
Douglas vive en Pital, con su esposa, Kimberly, y su hijo, Matthew, y hace más de un año recibió una invitación para integrar el equipo de pulsos de San Carlos.
Molina, quien pesa 90 kilos, aceptó, pues según él no tenía nada que perder. Durante el 2022, el sancarleño ganó 6 medallas de oro, 2 medallas de plata y un trofeo de campeón y el 26 de febrero pasado ganó una nueva medalla de plata.
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Gracias a un amigo, Norlan Álvarez llegó a integrar el equipo de pulsos.
“De momento he venido compitiendo en paralímpico solamente, había tenido una competencia en amateur al inicio, pero no he dado el paso a Senior considerando que no estoy preparado.
“Vengo con unas lesiones en los dos brazos que me han acompañado más o menos durante el año de estar acá. Se me van sanando poco a poco, como ya me siento un poco mejor, participé en el torneo en Barrio Cuba para ver cómo me iba y gané la medalla con el brazo izquierdo, que es el que tengo mejor”, comentó.
Lección de vida
Cuando era un muchachito, Douglas trabajaba con su papá como mecánico y un día se compró una moto sin el permiso de sus papás.
“Mis padres no estaban de acuerdo, pero uno es desobediente, así que compré mi moto y me gustaba mucho correr y me accidenté, lo que provocó que fuera operado 33 veces y estuve internado muchísimo tiempo en el Hospital México.
42 años tiene Douglas.
“Comencé mi vida otra vez a los 18 años, y cuando cumplí 22 tuve otra fractura en la misma pierna, por lo que decidí con mi familia que quería amputarme. Los doctores lucharon mucho, me ayudaron, pero llegué a la conclusión que lo más sano era amputarme”, recordó.
Este norteño en la actualidad no trabaja, pues un familiar logró que le dieran una pensión por el Régimen No Contributivo y su esposa se dedica a la costura.
En esto de los pulsos, Douglas no es nuevo, porque cuando estuvo internado en el hospital “competía” con camilleros y enfermeros.
“Desde pequeño me gustaba mucho pulsear con todo el mundo. En el hospital echaba pulsos con los camilleros y con los enfermeros, y el reto era que aquel que ganara tenía que invitar, entonces siempre me invitaban al pollo, pizza o lo que quisiera, e invitaba a los compañeros del cuarto”, dijo entre risas.
Actualmente, Douglas es el único paratleta en San Carlos y el grupo se compone de más de 15 pulseadores. En abril iniciará el torneo con los deportistas paralímpicos.