En el mundo de las artes marciales mixtas (MMA) del país, Alejando “Mandarina” Solano es uno de los peleadores que más ha destacado durante los últimos años.

Por algo la academia que este veterano peleador tiene, desde hace 15 años en Santo Domingo de Heredia, es una de las más reconocidas en Tiquicia, pero la tuvo que cerrar debido a la pandemia y solo realiza algunas clases virtuales, aunque no es lo mismo.

A pesar de que la actividad por la que muchos lo reconocen está en espera, Solano anda en las calles y no porque no les haga caso a las órdenes de aislamiento, al contrario, a él le toca salir todos los días a vigilar que los vecinos del cantón cumplan la ley.

Desde diciembre, Mandarina, de 42 años, se enlistó en la policía municipal de Santo Domingo, ya que un conocido se lo sugirió y a él le llamó la atención por lo que se metió en un concurso junto a 80 aspirantes y resultó elegido.

"A nivel país hay un sector que siempre está causando problemas, que se reúnen y esas cosas. Hemos tenido que sacar grupos de personas que se reúnen a consumir drogas.

“En esos casos, además, de hacer algo ilícito el riesgo es más grande al estar juntos, ya que se pasan el puro de marihuana entre varios, imagínese el riesgo que es eso”, explicó.

En la calle le ha tocado enfrentarse a uno de los rivales más difíciles que haya tenido enfrente como lo es el COVID-19, del cual necesita del entendimiento y colaboración de la gente para derrotarlo por nocaut.

“Hemos tenido que ir a sacar grupos de más de diez personas, que se reúnen en ríos, plazas y canchas de fútbol. No sé si al ser un virus que no se ve la gente no siente el peligro y sigue sin hacer caso”, dijo.

En este caso la lucha no se gana con una patada, una sumisión o una llave de león, sino solamente con que los vecinos de su cantón sigan todas las normas como la restricción vehicular sanitaria.

"Hemos cooperado en eso también y lamentablemente son bastante infracciones las que nos han tocado reportar, es mucha gente la que sigue incumpliendo y eso que las multas aumentaron.

“Uno escucha todo tipo de excusas por parte de la gente, la clásica que es decir que no sabía de la ley, por lo que creen que se la puede brincar o que iba a un lugar cercano, aquí hemos escuchado de todo", destacó.

Durante Semana Santa, Mandarina reconoció que el flujo vehicular bajó muchísimo, pero después el asunto se desordenó y la gente andaba como si nada pasara,por lo que teme que el coronavirus nos dé un golpe en la mandíbula que se manifieste con un incremento de casos en los próximos días.

Tranquilo

En su brete la tranquilidad es vital, porque en la calle anda mucha gente enojada o tratando de crear problemas, por lo que no puede perder la calma, así que solo si es necesario deberá actuar.

"He tenido a varias personas que me reconocen, aunque no son muchos porque a la gente se impresiona con el uniforme, pero apenas se dan cuenta impera el respeto.

“Nunca faltan las personas que además de que están cometiendo algo ilícito, tratan de irrespetar, porque siempre hay de todo, pero por dicha no he tenido algún problema serio”, detalló.

Para Alejandro ser parte de las fuerzas policiales no es nuevo, ya que en el pasado estuvo en otros grupos de choque en el Ministerio de Seguridad Pública y el OIJ, de los cuales se salió para dedicarse de lleno a las MMA y a su academia.

"Me ha ayudado mucho la disciplina que uno tiene por las artes marciales, porque me da la capacidad para enfrentar los problemas y cómo enfrentar a alguien que se pone violento. Uno ha peleado, así que sabe cuando alguien se altera para tranquilizarlo.

“La seguridad que tengo me hace no sentir temor en una situación de conflicto, ya que uno cambia el chip y baja las revoluciones para no ir más allá”, explicó.

Si usted anda por las calles de Santo Domingo y se topa a Mandarina esté tranquilo, si cumple con la ley cuenta con un agente de primera, eso si al que se ponga medio tonto, no le podría ir muy bien.