Mario Alberto “Pato” Cortés Villavicencio, vecino de Agua Caliente de Cartago y chofer de autobus de transporte público (en Auto Transportes Lumaca) es el dueño de una motocicleta Honda Shadow 750, modelo 2004 y a la que bautizó como Patomóvil.
¿Cuándo se deben cambiar las escobillas del carro? |
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Por norma general, las escobillas suelen cambiarse una vez al año. Sin embargo, este periodo puede variar según el uso, el mantenimiento que aplique cada conductor y las condiciones ambientales de los lugares por los que ha circulado el carro”, explicó Bryan Guido, mecánico automotriz (teléfono: 8603-5135) |
Originalmente, la bicha era para dos personas pero Cortés le metió jupa y la modificó pensando en que su hija pudiera viajar junto a él y su esposa, todo lo realizó tanto el diseño como la construcción del “sidecar” (vehículo de una rueda enganchado al costado de la moto).
La moto la tiene desde hace casi cinco años y la modificó hace tres años.
Al principio le puso una silla especial para llevar a su hija, pero pensó que necesitaba algo más cómodo y más seguro por los paseos que realiza junto al grupo de motociclistas Moto Club M-14.
–¿Cómo comenzó la modificación?
William Venegas Herrera me asesoró porque yo ya tenía la idea en mente. Además, él le había hecho un sidecar a su hija y gracias a a él logré hacerlo. Tardé nueve meses en hacerlo. Tiene cero torno, ya que todo fue manual. El material lo fui buscando con varias amistades que tienen talleres y así conseguí pedazos de tubo, barra roscante y algunas piezas que este señor me recomendó, claro hubo más personas que siempre me aconsejaron como Vivian Ávila Jones.
–¿Cómo terminó de armarlo?
Podemos decir que se hizo con reciclaje, en algunos lugares me regalaron fibra de vidrio que iban a desechar. Además tiene un asiento que se hace para atrás y adelante, ya que lo modifiqué pensando en la chiquita. Sacrifiqué muchos domingos libres de trabajo porque estaba muy interesado en hacerlo, lo que más me costó fue la calibrada.
–¿Aproximadamente en cuánto le salió esta modificación?
Nunca le he hecho números, pero pueden ser unos tres millones de colones, ya que el foco y las piezas de atrás son originales y muchas cosas tuve que mandarlas a traer a Estados Unidos porque aquí no hay y se eleva el precio. Otras piezas las hice yo y las mandé a cromar.
–¿Le han hecho encargos de este tipo de modificaciones?
Ahorita estoy terminando uno que me encargaron con un motor 200, pero un capricho de estos es caro y es mucha responsabilidad para mí porque es una persona más la que va en ese espacio y yo no soy mecánico, soy travieso, pero me gusta explorar y muchos hasta se burlaron, pero logré hacerlo. Yo mismo le hago los arreglos, no tengo mecánico. El sistema eléctrico también se lo hice yo.
–¿Ha tenido problemas con la Policía de Tránsito?
Antes de hacerla me asesoré con varios amigos tráficos y me averiguaron bien. Al principio ellos y RITEVE se confundieron porque nunca les habían llegado con una así, así que se asesoraron bien y a los días me llamaron para ir a la revisión y la pasó lo más bien. En el país hay varias así, no sé si las tienen inscritas, pero yo sí. El Tránsito nunca me ha parado para hacerme algún parte o pedirme papeles, solo para sacarse fotos.
–¿Tiene pensado hacerle más arreglos?
No, ella está casi que perfecta.
–¿La usa a diario o solo en ocasiones especiales?
A mí me invitan a ira exhibiciones (antes de lo de la pandemia), desfiles y concursos, pero también la uso para ir a trabajar y hacer mandados. Este es mi medio de transporte, yo tenía carro, pero como no lo necesitaba lo vendí, aquí hecho la comida cundo voy de comprar y cuando llueve no es problema para nosotros, porque andamos capas.
–¿Cuál es el lugar más largo al que ha ido?
A la frontera, Guanacaste y a Monteverde.
–¿La chinea mucho?
Claro hay que hacerlo porque es mi machetito. Constantemente estoy revisando qué le está fallando.
¿Tiene alguna anécdota?
Una vez venía de mi trabajo y noté que un carro me seguía, paré y entré a un súper y cuando salí me estaban esperando una pareja de gringos. Ella creía que el de la moto era extranjero.
¿Es económica?
Súpereconómica, más que el carrito que tenía porque es un motor 750, el kilómetraje le he pegado los 120 kilómetros por hora y no pierde estabilidad ni peso, para mí andar en ella es como si anduviera en el bus.
–¿Si le ofrecen comprarla, la vendería?
Creo que sí, pero lloraría porque aunque no me aferro a las cosas materiales, me dolería perderla, aunque si me llega una buena oferta lo haría.
–¿Qué le dice la gente cuando lo ve en la calle?
Se sacan fotos con la moto, me invitan a actividades.
–¿Alguien más la puede manejar?
No, solamente yo.