Hay una vieja frase que dice que la sangre jala y queda como anillo al dedo en la familia Cano, pues en un mismo equipo juegan tres hermanos y no se pierden las emociones del béisbol nacional desde hace más de siete años.
Los Cano ya tienen historia en la pelota tica con su tradicional equipo de los Dantos. Jugaron por varios años en La Sabana y este 2017 volvieron al campeonato de Primera División después de un tiempo inactivos. Son los que mantienen viva el alma del cuadro josefino.
“Uno trae esto desde que nace, somos beisboleros, siento que nos ha ido bien, por ahí tenemos un título nacional de un torneo relámpago y siempre nos gusta contar con equipos competitivos para pelear por cosas”, dijo Reynaldo Cano, quien jugó en el pasado y ahora se mantiene en el cuerpo técnico dirigiendo a sus otros dos hermanos, Jerónimo y Donald. Hay otro Cano más, José Cano, pero él juega en la categoría máster.
Son de sangre nicaragüense, pero tienen más de 15 años de vivir en el país por lo que se consideran más nacionales que el gallo pinto. En el campo se ven como compañeros y si se tienen que jalar el aire por alguna torta lo hacen sin bronca. En el diamante los hermanos quedan de lado y todos la pellejean porque las cosas salgan bien.
“En el juego nos vemos como peloteros, si uno ve que las cosas les están saliendo mal los sentamos y si tenemos que regañarlos lo hacemos”, aportó Reynaldo al respecto.
Donald es lanzador, Jerónimo lanzador y Reynaldo es asistente del mánager César Ramos. En esta casa los fines de semana son de béisbol a diferencia de muchos hogares costarricenses.
Como la gran mayoría de jugadores de una liga que no es profesional, los hermanos deben dividir el tiempo entre el brete y el deporte, son la clásica gente pulseadora que se gana los frijoles en construcción y como soldadores. No le niegan cuando hay que ponerle bonito ni adentro o fuera de la cancha.
De la mano de los Cano, Dantos busca la clasificación a la postemporada y lleva un récord de siete victorias y cinco derrotas pulseándola en una liga que cada vez está más pareja.