Para el surfista nacional Carlos Cali Muñoz llegar a Tokio es como haber ganado una medalla olímpica, ya que tuvo que superar un tanate de imprevistos y para colmo tenía el tiempo en contra.
El atleta estuvo atrapado en Guápiles cuando a eso de las nueve de la noche de este viernes, en medio de aquel baldazo recibió una llamada que le confirmaba que había recibido un pase para competir en las Olimpiadas, debido a la imposibilidad de un surfista portugués de participar en la justa.
Pero la alegría de inmediato se convirtió en preocupación, porque en la misma llamada le dijeron que debía estar en San José a las 6 de la mañana, una misión bien difícil porque la ruta 32, que une a Limón con San José y la ruta 10, Turrialba - Siquirres estaban cerradas a raíz del estado de emergencia en que se encuentran esos cantones por las inundaciones que han provocado las fuertes lluvias de los últimos días.
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Lo que se le ocurrió a Cali fue hacer un post en Facebook, (la red social más usada por los ticos) para explicar su situación y pedir ayuda. Un traslado a San José, así como un lugar donde vacunarse
La estrategia dio resultados de inmediato, pues la solicitud llegó a oídos de Héctor Chaves, director de Bomberos, quien se puso a ver la forma de ayudarlo con el traslado, mientras que un hospital privado le cedió la vacuna.
“Cuando nos enteramos que estaba pegado, buscamos su contacto en Facebook y conseguimos el teléfono. Estaba por Sarapiquí donde se desbordó el río Tigra. Tenía que trasladar una unidad a San José y le dije que llegara al cruce de río Frío en Guápiles. Entonces, la unidad pasó, lo recogió y se lo llevó”, destacó Chaves.
Charla amena
El jefe de la estación de Bomberos de Cariari, Jeremy Castro, estaba durmiendo cuando recibió una llamada de Chaves. La misión era muy distinta a cualquier otra que le hubieran encomendado anteriormente.
“Recibí una llamada de mi jefe de batallón Mauricio Montero y me explicó un poco la situación. Había que trasladar una unidad a San José y me pedía que adelantara ese traslado y que pasara a río Frío, que allí estaba Cali. Salí a la 1:20 de la madrugada con un compañero”, dijo.
“Estaba lloviendo moderadamente y lo abordamos, hubo un inconveniente, devolvernos al hotel Talamanca (Guápiles) porque olvidó unos documentos. Él es una personas muy amable, humilde y llevadera”, dijo Castro.
“Le preguntamos qué se sentía de que lo llamaran a los Juegos. Sentí una buena vibra. Dijo que estaba surfeando en Limón y que el clima empeoró y salió de Puerto Viejo antes de que se cayera el puente La Estrella y que lo llamaron a las nueve de la noche”.
Muñoz les contó que pidió ayuda por todo lado hasta que le comunicaron a don Héctor y empezaron a coordinar.
“Todo el camino fue así, hablando. Nos contó que anduvo en Hawái, nos dijo cuáles son las olas más grandes, nos contó grandes historias de su carrera, que es de Jacó y que empezó a los nueve años, pero él también se interesó por lo que nosotros hacemos”.
Mientras avanzaban a San José, a Jeremy le sorprendió lo despejado que estaba el camino, como que el destino ayudaba a Cali.
“Nos preguntó cómo había estado el día, le dijimos que atendimos un incendio en Finca 3 de Guápiles y así como él nos contó sus cosas a nosotros, nosotros también le contamos las nuestras a él. Fue muy amable y ameno”, expresó.
Al final, Cali llegó con tiempo y se pudo ir de Costa Rica este sábado a las 6 a. m., superando todos los obstáculos.
Al cierre de esta edición, Cali estaba en Los Ángeles, esperando un vuelo que lo llevara a Tokio. El Comité Olímpico Nacional (CON) hacía todos los esfuerzos para que eso fuera posible.
La intención era que Cali participe en la segunda ronda, pues la primera se desarrollaba este sábado.
Cali, por su parte, publicó un video donde agradece el esfuerzo que hicieron tantas personas para que él pudiera salir del país. Esperemos que todo es ese esfuerzo los termine por poner sobre las olas del mar japonés.