Con un tricampeonato conseguido en año y medio, en Saprissa quieren apuntar más allá de Costa Rica y por eso apuestan a volver a ser un equipo competitivo y que dé pelea en Concacaf como en otrora.
Sin temor a poner la vara muy alta, Pablo Arboine, defensor del cuadro tibaseño afirma que su ilusión es pelear en la Copa de Campeones de Concacaf el título y clasificar de nuevo a un mundial de clubes como lo lograron en el 2005.
Es una meta muy alta y complicada, que para muchos podría rayar en la venta de humo, sin embargo él no le teme a ponerse un objetivo pesado que siente pueden lograr.
“En el torneo nacional de los últimos siete títulos ganamos cinco, ahora se viene uno importantísimo, con una clasificación a un mundial de clubes de por medio, que hace casi 20 años que no se logra y es un objetivo claro, tenemos esa meta
“Primero queremos ser campeones nacionales, luego pelear final de Concacaf y buscar la clasificación al mundial de clubes que es lo que quiere también la afición, pelear afuera de Costa Rica”, dijo ante la consulta de La Teja el defensor morado.
La gran deuda del Monstruo en los torneos internacionales viene desde hace rato, desde que llegaron al final de la Concacaf en el 2008, no han podido volver a ilusionarse con grandes momentos en el área y han sido eliminados habitualmente en las primeras de tanteo.
Randall Row, asistente técnico morado, fue un poco más cauto y apostó por ir viendo durante el camino los objetivos que se van consiguiendo.
“El camino es ir paso a paso, el primer partido es el más importante, no vamos pensar en cuartos, semifinales o en una final sino hemos pasado cada una de esas etapas, acá lo más importante es que tenemos material para lograrlo, pelear cada partido, hay una mentalidad muy positiva para hacerle frente a dos francos”, opinó.