Óscar Ramírez llevará al Mundial de Rusia a su familia

Óscar Ramírez contará con un apoyo de lujo en el próximo Mundial, ya que su esposa, Jeannette Delgado, y sus cuatro hijos lo acompañarán a la gran cita en territorio ruso.

La familia es primordial para el Machillo y ha sido un apoyo enorme para él durante todo el proceso mundialista, donde incluso dejaron de lado los paseos o actividades de fines de semana para grabar las mejengas de las ligas en las que jugaron los ticos y echarle una mano al exvolante con los videos que tanto le gusta analizar.

Durante esta semana, el técnico de la Tricolor compartió entrevistas individualizadas, de 15 minutos cada una, con los diferentes medios de comunicación.

A La Teja le correspondió entrevistarlo el pasado miércoles 18 de abril, donde reveló el viaje familiar, habló de Jonathan Mcdonald y contó que la cuadrangular le ayudará a definir el cinco por ciento que le falta para completar la lista de 23 futbolistas que llevará a la tierra de los zares.

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–¿Lo acompañará algún familiar a Rusia?

–Sí , la doña y los hijos. Sale carillo, pero creo que es un premio a muchos años de sacrificio de ellos y Dios quiera que lo puedan disfrutar.

Ha sido muy duro todo este proceso de jugador, entrenador, asistente para verse ahora a las puertas de un Mundial, creo que es una alegría muy bonita.

–¿ Es cierto que ellos (hijos) le ayudaban con los videos?

–Sí, hay momentos en que un partido era a las once y ella (doña Jeannette) dejaba todo ahí (para grabar otro juego a la misma hora). Ha sido duro.

–Si le pidieran para mañana la lista de nombres de los 23 jugadores que llevará al Mundial, ¿la podría dar sin problema?

–Hay un 95 por ciento.

–¿Cuál es la duda que tiene?

–Es por puestos. Tengo visualizado (algo), pero todavía necesito esperar un poco.

–¿Y qué le va a ayudar a decidirse?

–Esta cuadrangular puede determinar algún puesto. Después será ver el tema de las recuperaciones, hay que estar preparado para las eventualidades y esperando que no suceda nada malo con el tema de las lesiones.

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–¿Usted cree que en la cuadrangular se le puede aclarar esa duda?

–Sí, puede ser.

–Hace dos semanas tuvimos una entrevista en conjunto con Errol Daniels y Jonathan McDonald. Don Errol le dijo a Jonathan que se olvidara de la Selección, que él estaba seguro de que usted no lo va a convocar al Mundial. ¿Qué puede decir sobre ese tema?

–Él (Jonathan) es una opción, en este caso está ahí, entre la lista que tengo.

–¿Le soprende que don Errol piense de esa forma?

–No, ya que es gente de fútbol.

–¿Hacer la lista de 23 jugadores ha sido la decisión más complicada durante toda su experiencia como entrenador?

–No, pero es que tengo que ser lo más justo posible. En realidad creo que justo y táctico a la vez. Con respecto a lo justo me refiero a que los jugadores son herramientas por lo que necesito tener las herramientas necesarias para hacerlo, ya sea para defenderme o atacar.

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No puedo llegar a un partido y pensar que pude traer a alguno (futbolista) y no lo traje (a Rusia), es por eso que tengo que ser muy analítico y sensato.

–¿Hay enseñanzas o vivencias que tuvo en el Mundial de Italia 90, con el técnico Bora Milutinovic, que usted esté aplicando ahora como entrenador?

–Creo que es diferente, aunque hay cosas que le quedan a uno y lo marcan. Por ejemplo, hay una (enseñanza), cuando Bora nos dijo que éramos embajadores de Costa Rica, ante el mundo y que si en Italia hacíamos una cosa que no era buena, así hablarían del país. Además, si hacíamos cosas buenas daríamos una buena imagen del país y eso lo aprendí muy clarito, saber que éramos un emblema.

En lo futbolístico creo que el orden es un tema que me gusta y lo tuve que aprender para jugar el Mundial, pero también me gusta la creatividad del jugador a la hora del juego.

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–Viendo el documental hecho por ESPN sobre la Selección de Italia 90, usted contaba que, cuando se clasifica a la segunda ronda, todo se planificó a la carrera porque no había hoteles reservados, ni nada. ¿Ha cambiado el fútbol ticocon respecto a esos temas de organización y preparación desde esa época al presente?

–Sí, mucho. Nosotros pasamos muchas penurias, la misma dirigencia no sabía nada.Los jugadores éramos inocentes en muchas cosas,pero Bora nos ayudó mucho.

En un partido, íbamos a usar unos tacos y no sabíamos si nos íbamos a resbalar mucho, pero Bora nos compró los tacos de tornillo, así que uno solo tenía un par o dos pares de tacos y ahora tienen hasta cinco.

A mí me estaban exigiendo jugar con tacos Lotto y el taco de atrás era muy alto por lo que me doblaba el tobillo a cada rato, pero al final usé Adidas por comodidad. Nadie lo patrocinaba a uno y yo necesitaba jugar con los tacos con los que me sintiera bien.

–¿Usted piensa en el Mundial las 24 horas del día, los 7 días de la semana?

–No, creo que he aprendido a liberarme un poco. Cuando me toca relajarme disfruto el momento.

Por ejemplo hoy (miércoles 18 de abril) me levanté con una idea en la cabeza sobre algo que vi en videos, así que los traigo y quiero analizarlos con los muchachos (sus asistentes técnicos Luis Marín y Alejandro Larrea), pero sí, es un hecho que no puedo dejar de pensar en el Mundial.

–¿Cómo se imagina cada partido del Mundial?

–Sí, es muy parecido a lo que nos pasó en el 90. Debutamos ante Escocia y había que ganarlo, Bora lo sabía y por dicha se logró.

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Lo mismo pasa ahora, el triunfo es fundamental en el juego ante Serbia para tener más opciones dentro del grupo. Brasil es muy fuerte y Suiza también.

Si Brasil le gana a Suiza y nosotros a Serbia, en la segunda fecha se tienen que matar Suiza y Serbia; por lo que hay que saber jugar esos momentos.

–¿Pasa viendo videos todos los días?

–Sí, pero viendo y planificando. Por ejemplo, acabo de resumir los videos de los últimos amistosos de las selecciones rivales para comparar cosas, ver qué hicieron ante determinada situación y tratar de visualizar cómo nos podrían jugar. Pero también tengo que preocuparme por lo nuestro, por la famosa lista y ver si a un jugador lo pusieron (a jugar) en otra posición. Es un análisis de todo.

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–¿Cómo le ha ido con la dieta, lo ha puesto de mal humor?

–Me va bien. Las primeras dos o tres semanas fueron las más críticas porque el paladar demanda mucho.

No soy dulcero, tengo esa dicha, ya que soy más de pan en la tarde, pero no me comía uno, sino dos y hasta tres. Salí medio tocadillo del azúcar.

–¿Es diabético?

–No, pero hay indicios de que quiere alterarse.

–¿Qué le dicen los aficionados en la calle sobre la Selección?

–Me he encontrado buenas vibras, algunos pidiendo gente y otros me dicen que estoy en sus oraciones.

–¿Qué le dice a la gente que señala a Óscar Ramírez como argollero por insistir en Johan Venegas,pese a no tener un buen rendimiento en el Saprissa?

–Yo se la devuelvo: si a usted la mandaron acá para hacerme esta entrevista es porque le ven condiciones para cuestionarme o porque es la más indicada.

Igual soy yo en la cancha: hay jugadores, que me cumplen ciertas funciones, que las saben hacer, por lo que me basó en eso.

–¿Qué no puede faltar en la maleta que llevará Óscar Ramírez a Rusia?

–Soy muy espiritual. Me gusta, cuando me levanto en la mañanita, leer mi agenda bíblica y hago mi intercambio con el de arriba porque es quien lo ayuda a uno, es algo que he aprendido, que cuando uno no puede, Él es el que lo guía.

A veces uno reniega y quiere hacer las cosas a su modo, pero he entendido que si esa es la voluntad (de Dios) nos vamos por ahí, por Él camino que nos da.

–¿Ya se sabe alguna palabra en ruso?

–Nada, ahí le quedo mal. Soy un perico viejo. Me estuvieron explicando algunas, pero en este momento ya se me olvidaron. Es difícil (el ruso).

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–¿Le gusta dar este tipo de entrevistas?

–Mirá, para el que no me conoce, sabe que yo soy muy abierto, pero tampoco puedo andar solo en esto, yo necesito mi tiempo y le doy más valor a lo mío.

Tal vez a algunos les molesta, pero creo que es orden. Ustedes tienen su tiempo y yo tengo el mío así que tenemos que hacerlo lo más equilibrado posible.

Por ejemplo, si voy a un estadio, solo veo uno (partido) y en la casa veo ocho (juegos), pero la gente lo ve mal. Voy al estadio y uno (aficionado) me toca la espalda, otro me putea a lo lejos y al final de cuentas no le pongo atención al partido por esas distracciones.

–Usted siempre demostró, a lo largo de su carrera como técnico de la Liga, que nadie le marcaba la cancha y por eso fue sorpresivo cuando decidió dejar al equipo la primera vez en el 2013. En el caso de la Selección, ¿ya ha planificado qué quiere hacer después del Mundial?

–Sí, voy a esperar a que termine el Mundial, pero en Alajuela, por ejemplo, fue difícil (la salida de la Liga en el 2013) porque ocurrió en enero y todavía en marzo estaba con el fútbol en la cabeza. Pero un día no pensé más en fútbol y le dije a la doña: ahora estoy en vacaciones.

¡Imagínese la carga que tenía de estar viendo tanto video y sin tener participación!