Desde hace un buen rato muchos manudos quieren ver de nuevo a Óscar Ramírez en Alajuelense y este lunes los complació, aunque solo por un día.

El Machillo estuvo de visita en el Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares pero, ¿qué andaba haciendo ahí metido?

El exentrenador erizo y de la selección nacional en el mundial Rusia 2018 bajó de Hojancha, Guanacaste, adonde reside hace tres años para ver y saludar a su amigo, el brasileño Marcelo Sarvas, que también estuvo este lunes en el CAR.

El maestro y el se encontraron en los pasillos de la joya rojinegra, conversaron y recordaron los tiempos en los que juntos llevaron a Alajuelense al título nacional en el torneo de Invierno 2011.

En aquel entonces Sarvas le anotó a Herediano en la final de aquel año, tanto que permitió a la Liga ir a penales y vencer al Team en la casa de don Eladio, alcanzando así un tricampeonato de la mano del Machillo.

“La historia se queda con los jugadores que ganan títulos, ese fue el tiempo mío, teníamos un plantel que era muy bueno. Óscar me dirigió siempre de la mejor manera y con mucho cariño, me trató con mucho cariño y por eso las cosas salieron bien”, recordó este lunes el sudamericano.

La visita del Machillo, fue toda toda una sorpresa, pues el técnico, de 56 años, llegó sin avisar.

“Este lunes Óscar Ramírez sorprendió con su visita en el CAR para saludar a su amigo, Marcelo Sarvas”, publicaron los erizos con una foto de ambos personajes. Esta es la primera aparición pública que Ramírez hace en la sede manuda.

La publicación también alborotó bastante a la afición manuda con un montón de mensajes en las diversas redes en las que tiraron la foto.

Fogueos

Marcelo Sarvas siguió los pasos de su maestro y actualmente es el técnico de la U-17 de Los Angeles Galaxy de la MLS, equipo que trajo para foguearse con los cachorros del CAR en un duelo que igualaron a dos este lunes por la mañana.

El agente del exjugador brasileño es Juan Vicente Carvajal, el mismo que el de Ramírez, quien fue el que arregló el encuentro que sorprendió a tantos, además de pactar los amistosos en suelo tico.

“Yo siempre que regreso me siento muy orgulloso de ser una pequeña parte que perteneció a un club de una historia tan grande. Cuando estuve acá hice las cosas con mucho cariño, con corazón, no era solo fútbol, sino el cariño de la afición, eso se mantuvo con el tiempo”, añadió Sarvas.