Menos de cinco minutos le bastaron al delantero Orlando Sinclair para ganarse el respeto de los aficionados morados y uno que otro amante del balompié nacional, quienes afirman que logró definir como un crack en su debut en la Primera División.

Sinclair, de solo 20 años, debutó en las filas moradas, la noche de este miércoles, luego de que el profesor le diera rodaje en el partido contra la UCR, que ganaron 4-0. Él entró al terreno de juego al minuto 82 y definió como un veterano al 86´, lo que causó locura entre los aficionados.

Al jugador lo llamaron “crack”, “promesa”, dijeron que “Vale oro”, y hasta le resaltaron su técnica a la hora de definir. Además, lo compararon físicamente con Leroy Sané, un jugador alemán de 22 años que milita en el Manchester City.

El joven se formó en la cantera morada y ha sido goleador de alto rendimiento del club tibaseño.

Uno de los que se mostró muy emocionado fue el presidente del Deportivo Saprissa, Juan Carlos Rojas, quien destacó el debut de Sinclair y el gol anotado por Randall Leal, que también se formó en el club morado.

“¡Qué orgullo ver la cantera de Saprissa teniendo protagonismo, como debe ser! Hoy dos canteranos anotan su primer gol con la morada. Viene una camada fabulosa y talentosa que nos llenará de glorias. Esperamos en pocos años tener 80% de la planilla proveniente de la cantera morada”, escribió en redes sociales.

Sincera dedicación

Al finalizar el partido, Sinclair afirmó que el gol se lo dedicó a su madre, Karen Hernández, a quien describió como la mujer que siempre lo llevaba a los entrenamientos.

“Mi mamá siempre me ha apoyado. Desde pequeño iba conmigo a los entrenamientos y a veces no se podía, pero ella hacía lo posible para llevarme. ¡Te amo, mami!”, dijo el jugador en entrevista con Teletica.

Ante sus sinceras palabras, cientos de madres y fanáticas del fútbol se mostraron bastante conmovidas por las declaraciones del jugador. Incluso, le dejaron varios mensajes en redes sociales por todo el amor del mundo que le tiene a Hernández y hasta lo llamaron “cosita tierna”.