Manfred Ugalde es de esos jugadores que tienen estrella, de esos que aparecen rara vez, un verdadero diamante en bruto.
Pero en lugar de ayudar en el desarrollo de un jugador que le va a dar mucho a este país, un árbitro lo expulsa injustamente en el clásico cuando tenía un chance de lucirse ante los ojos de clubes europeos.
Si no me creen que es injusta, vean el vídeo, cuando él patea el balón, el árbitro no había pitado, o sea, la pelota estaba en juego.
¡Es el colmo de los colmos que por patear una bola expulsen a alguien! ¡Es fútbol! Ahorita capaz y le sacan roja a alguien por reventar el balón en un poste.
Y para peores le meten 4 partidos de castigo a un chamaco que lo único que quiere es jugar fútbol, divertirse y hacernos disfrutar.
Pero hay otra cosa que me molesta y es que la dirigencia de Saprissa simplemente guarda silencio, nadie alza la voz por la injusticia que vive Manfred.
No se trata de caer en aquel juego de un equipo que apelaba a cada rato, pero hay veces que no nos debemos quedar callados y golpear la mesa. Sí, seguramente se apela el castigo de Manfred y no se lo quitan, pero se lucha por el bien del jugador, se le hace sentir acuerpado.
Y conste, me gusta que la dirigencia morada se aleje de la polémica, pero cuando tocan a uno de los nuestros, la cosa cambia y se debe pegar el grito al cielo como cuando se meten con un hijo.
Ánimo Manfred, tiene el respaldo de más de la mitad del país que en el clásico lloró con usted. Y le doy un consejo, la próxima vez que lo vengan a ver o cuando esté a punto de firmar un contrato, guárdeselo para usted para que evite las malas vibras, que ya después lo ven rompiéndola en Europa.
Por cierto, muchas felicidades a la dirigencia de Saprissa por la decisión con la Ultra, le devolvieron la Cueva a las familias en un acto muy valiente.