Fue un partido difícil, con un nivel incomparable al mostrado por el Club Sport Herediano y la Liga Deportiva Alajuelense la noche del pasado domingo en el Rosabal Cordero, y eso que ambos clubes dieron un espectáculo con un ritmo y goles que pocas veces vemos en nuestro artesanal fútbol.
Ese duelo del que hablo se jugó también el domingo entre el poderoso Bayern Múnich, que mantiene un intenso ritmo por seguir en la cima de la Bundesliga, o torneo alemán, y el Augsburgo. Los bávaros fueron locales y se impusieron 2-0, con ello subieron a 55 puntos, y dejaron al Dortmund con 51 y al Leipzig con 50.
El partido fue dirigido por la réferi Bibiana Steinhaus, y no la designaron solo como homenaje o reconocimiento por el Día Internacional de la Mujer, nada que ver, ella lo dirigió porque es buena, porque conoce, porque sabe impartir justicia sin ser protagonista, y eso que perfectamente puede robarse el show porque es muy bella.
Ella, quien de profesión es policía, simple y sencillamente pasó inadvertida. Se comió la gramilla del Allianz Arena (un estadio de verdad), de forma inteligente corrió de un lado a otro dosificándose, a pesar del intenso ritmo con el que juegan los alemanes. Siempre estuvo sobre la jugada.
Su preparación física, sicológica y el dominio e interpretación de las leyes del fútbol la hacen estar muy lejos de la prepotencia, deseos de figurar, prejuicios y decisiones malintencionadas que le sobran a Henry Bejarano, quien está a años luz de Bibiana Steinhaus, y de los valores que deben regir el arbitraje en cualquier rincón del mundo. Henry aprenda de esa mujer, si es que quiere y lo dejan seguir en esta actividad.