El experto en mercadeo que calculó este momento para el lanzamiento de las nuevas camisetas de la Sele, o el que apoyó a Ronald González y lo motivó a promocionar su libro Ser futbolista, y después… ¿qué?, está más perdido que un submarino en un cafetal.
Para ambos lanzamientos la época no es la mejor, y no solo por la situación económica causada por la pandemia, y los pobres aguinaldos.
Las nuevas chemas, dicho sea de paso bien caras, así como el libro fueron presentados este jueves cuando las medallas de la Sele y del propio Ronald González están por el suelo.
No dudo del gran esfuerzo de González para cumplir con ese proyecto personal, pero en un año en que él como líder de la Selección, junto con el resto del cuerpo técnico, ha dejado serias dudas no es precisamente la mejor carta de presentación para su obra.
Este 2020 ha sido un desperdicio, no ganamos un solo partido, sumamos cuatro derrotas, un empate, y en la mayoría de las competencias jugando horrible y con cero renovación.
González reconoció a inicios de diciembre que no se siente listo si la octogonal rumbo al Mundial iniciara en enero, pero sí estaba listo para entregar su libro.
La octogonal hacia Catar 2022 arrancará en setiembre y que Dios nos agarre confesados.
No tengo la menor duda de que Ronald González, a quien muchos le dicen Ronítal, es un buen ser humano, una buena persona, pero eso no necesariamente lo convierte en un buen técnico para una Selección Nacional que se mueve en un ambiente pesado y usualmente liderado por dirigentes y futbolistas que carecen de esos buenos valores que le sobran a González
Ahora que incursionó en el mundo de los letras, tal vez pueda jugársela mejor.