El seleccionador nacional de fútbol, Ronald González, no tiene con qué pagarle a la Sele de Futsal, tricampeona de Concacaf, y a su cuerpo técnico encabezado por don Carlos Quirós.
Y es que allí tiene un gran espejo en el cual fijarse y reflexionar, en especial ahora que sí anda en carreras para la Liga de Naciones de Concacaf, que se jugará en junio en Denver, Colorado, Estados Unidos. El primer partido semifinal será contra México. También están en esa ronda Honduras y los anfitriones.
¿Qué lecciones le dejaron los muchachos del futsal a Ronald? Un montón, entre las que podemos destacar: amor por la camiseta, entrega en cada rincón de la cancha, unión de grupo, nada de estrellitis; sobran peones, metieron pata, un sistema táctico muy bien asimilado, trabajado y sobre todo respetado; no le comieron gallina a ningún equipo, se le plantaron bonito a todos, incluidos los gringos en la gran final quienes intentaron apantallar.
Claro, y lo siento mucho por usted don Ronald, pero ese cuerpo técnico, digno de una selección nacional, sí sabía lo que estaba haciendo y a qué jugaba. Y de ellos usted tiene mucho que aprender pero no creo que en unas cuantas semanas pueda ponerse al día.
Ese cuerpo técnico campeón dejó jugadores importantes en el país porque consideró que los que llevaba se acomodaban mejor a los grandes objetivos del grupo, convocó a los que mejor estaban y podían aportar, o sea, ahí no hubo argollas Ronítal, y esa lección demuestra mucho carácter de un cuerpo técnico que pesa demasiado. Y a estas alturas, usted Ronítal, se manda con una lista de 40 preseleccionados como si apenas estuviera llegando a conocerlos.