Este martes, a dos días del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, jueves 25 de noviembre, fecha también del superclásico femenino, Víctor Hugo Alfaro, presidente de la Unión Nacional del Fútbol Femenino (Uniffut), la sacó del estadio.
El “preclaro” jerarca dijo que jugar con o sin público no tiene mayor relación con el desarrollo del fútbol femenino.
“Yo no creo que jugar con público o sin público tenga que ver con el desarrollo del fútbol femenino. Tenemos una gran ventana que es la televisión y mucha gente lo va a ver”, expresó el sesudo dirigente.
Mientras con el fútbol masculino hubo intensas negociaciones para que el público, alejado por la pandemia, volviera a los estadios, para Alfaro esa lucha es innecesaria para al balompié femenino. Con que las jugadoras salgan en tele es suficiente.
Esa posición no solo es discriminatoria. En sus desacertadas palabras hay violencia emocional, violencia sicológica, hay desprecio.
“Me parece increíble y hasta inaceptable que la persona que toma las decisiones en nuestro torneo nacional, diga una cosa así. No lo comparto para nada, ni yo, ni nadie. No tiene ni pies ni cabeza decir eso.
“Al final, nosotras nos debemos al público y, para nosotras, es un regalo verlos allí y sé que esas personas están deseando ir al estadio”, comentó indignada Noelia Bermúdez, portera seleccionada nacional.
Bermúdez agregó que estas situaciones no son nuevas y son parte de la lucha que se están dando.
“Estas cosas han pasado toda la vida. Lo que pasa es que antes no se sabían. Con el apoyo y la visibilidad que estamos teniendo, las cosas se están exponiendo y la misma gente se va a encargar de exigir, de hablar por nosotras, o bien nosotras debemos hacerlo.
“Me he caracterizado por ser una jugadora que intenta decir las cosas cuando no me parecen y están siendo injustas para nosotras”, añadió.
El partido, al final, se jugará con aficionados, sin embargo, la factura a Víctor Hugo Alfaro debe cobrarse.