El ciclista holandés Fabio Jakobsen, quien sufrió el artero empujón de un compatriota de un equipo rival, en la meta de la primera etapa de la Vuelta a Polonia, permanece en coma inducido mientras el responsable del incidente ya salió ofreciendo disculpas. El joven deportista, de 23 años, continúa grave.
Contra Dylan Groenewegen piden un fuerte castigo.
Si bien los pedalistas desde el momento en que inician una etapa saben que la misma está llena de peligros por las velocidades en que compiten, el tipo de carreteras, y diversos percances que pueden aparecer, cuando surge la deslealtad y la agresión lo único que queda, y es lo que cualquiera espera, es un severo castigo como clama la mayoría de los involucrados en este deporte, e incluso los que vemos los toros desde la barrera.
La salvajada ocurrió cuando los ciclistas bajaban una recta a unos 80 km/h.
Pero más allá de la condena al peligroso comportamiento de Groenewegen, hubo quien criticó también a la organización por poner la zona del esprint final en bajada.
“¡A más de 80km/h es de locos! ¿Quién mira por nosotros? A veces me da la sensación que somos simple ganado que se nos saca a la carretera para dar espectáculo y punto. ¡Sólo nos echamos las manos a la cabeza cuando pasan cosas así!”, reflexionó José Joaquín Rojas, destacado ciclista español, citado por Marca.
¿Y cuántas decisiones han tomado los dirigentes, independientemente de la disciplina deportiva, que llegan a ver a los atletas y jugadores simplemente como ganado?