Las varas como son, aunque se enoje la gente de Sporting, los vecinos de Pavas y lugares circunvecinos.
Si ponemos en la balanza los aportes del Sporting al fútbol, desde el punto de vista deportivo, social y económico frente a los mismos aportes del equipo limonense en la región caribeña, sencillamente no hay comparación.
Ni juntando a Guadalupe, Sporting y al mismo Barrio México, que se quedó en el camino en su sueño de volver a primera, se acercan al nocivo impacto si el club de la provincia limonense pierde la categoría (Santos de Guápiles no entra en esta ecuación).
Nos lo dice Rubén Acón, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo caribeña.
“Si eso se da (el descenso) hay un efecto en la economía local que no deja de preocuparnos y entristecernos. En épocas normales (sin pandemia y con el Juan Gobán funcionando) cada vez que hay partidos se genera una visitación importante en sodas, restaurantes, bares, supermercados, hoteles que generan beneficios para la población y para el comercio. Si el equipo se va a segunda, sin duda, hay un impacto negativo”.
Coincido con el señor Acón, quien refleja todo el sentimiento de la comunidad caribeña. El juego en el que no hay más allá será el próximo martes en el estadio Ernesto Rohrmoser, en Pavas.
Frenar ese golpe está en la mente, el corazón y las piernas de los futbolistas. Ustedes tienen la última palabra, ya quedará tiempo para que la afición le pase la factura a Celso Gamboa por las malas decisiones tomadas apenas en los dos primeros partidos de este torneo y que hoy los ahogan.