Dime a qué delantero alineas y te diré a qué juegas.
No hay que ser técnico ni tener mucho conocimiento futbolístico para saber que la Liga iba a jugar contra Jicaral a hacer centros.
Jurguens Montenegro estaba sancionado por expulsión y los otros dos delanteros del equipo son dos nueves natos: Jonathan Moya y Álvaro Saborío.
Si alineaba con una torre de esas iba a jugar a colgar el balón hasta que conectara un centro y si no lo lograba, en el segundo tiempo metía a la otra para que intentara lo mismo.
En este caso, Andrés Carevic quiso probar con los dos cabeceadores de un solo tiro, entendiendo que José Giacone, estratega al que no le ve una, le iba a embarrealar la cancha metiéndose atrás y obligando a su equipo a que hiciera lo que más le cuesta hacer: centrar.
Aquí viene lo inconcebible, ¿cómo la Liga juega a hacer centros si sus laterales no centran ni un cuadro?
El problema no es el estilo de juego, porque cuando usted tiene al mejor cabeceador del país, Álvaro Saborío, tiene que aprovecharlo.
O sea, la Liga tiene las flechas, pero no el arco para lanzarlas.
Les miento si les digo que conté la cantidad de centros que hizo Alajuelense la noche del miércoles, pero apuesto que no fueron menos de 25.
Algunos dirán, ¿pero el primer gol nació de un centro?
¡Claro!, pero lo hizo Dylan Flores, un volante, no uno de los laterales (¡y eso que usó los cuatro que tiene!).
Es increíble pensar que Facundo Zabala y José Andrés Salvatierra, que han dedicado toda su vida a correr la banda, les cueste un mundo ponerle una bola en la cabeza a un delantero.
Podrán marcar bien y tener aire para subir y bajar, pero si no meten un buen centro su trabajo es indefendible, así como lo sería el de un delantero que no anota goles.
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Cuando uno ve los partidos de la Liga es imposible no preguntarse, ¿entrenarán centros? y les juro que me daría miedo escuchar cualquiera de las dos respuestas.
Porque si no lo hacen, se entiende lo que vemos en los partidos. Y si lo hace, peor, porque entonces uno también se pregunta, ¿por qué Zabala y Salvatierra no pegan uno?
Tras de eso, el mensaje que manda Carevic ante Jicaral sacando a sus dos laterales titulares para meter a los dos suplentes le deja a uno más interrogantes.
Un equipo grande como la Liga no puede premiar a un jugador poniéndolo de titular si no cumple bien sus funciones.
Y ojo, no hablo de que no se puedan equivocar una vez, dos o tres, es que simplemente no puede ser que un profesional del fútbol, que se dedica a eso todos los días, tropiece con la misma piedra todos los partidos.