El lunes escribí que por las locuras del repechaje de la Sele en Catar, el martes 14 de junio, no debemos perder de vista lo que está ocurriendo en las entrañas del fútbol tico.
El escándalo a raíz de las denuncias hechas por el periódico La Nación, sobre los presuntos nexos entre varios clubes de primera división, no debe ser muerteado por la fiebre mundialista.
Recordemos que los estados de cuenta bancarios de la Asociación Deportiva Guanacasteca citan retiros y depósitos al mensajero Pablo Campos Araya, amigo de Jafet Soto, gerente general del Team.
Campos Araya ha sido relacionado con cuatro equipos o sus dirigentes: Grecia, Guadalupe F.C, Herediano y la ADG.
Por eso aplaudo que este martes el presidente de Jicaral, Roy Barrantes, acuerpado por el experimentado abogado Aquiles Mata, pidiera a la Fedefútbol que abra una investigación y suspenda el descenso y la clasificación de Herediano a las semifinales, a raíz del presunto vínculo entre el Team y los pamperos.
Barrantes considera que lo publicado evidencia una transgresión de varios reglamentos de la Federación, entre ellos el de ética, la concesión de licencias, así como el reglamento de competición, los estatutos de Unafut y el Código Deontológico de la FIFA.
“Todo parece indicar que los principios y valores que se quieren proteger y reivindicar con el referido Código de Ética, se están violentando vilmente por algunas organizaciones, dirigentes y personas que deambulan o vagan a su alrededor, dado que no están cumpliendo con dichos postulados, y esas conductas, y está en nuestra posición, deberán ser investigadas de inmediato”.
Nos unimos a esa petición.