Douglas Sánchez, director de Multimedios y la exfutbolista Jackeline Álvarez, de Fútbol al día, supongo que tienen claro que son líderes de opinión, y que eso conlleva una gran responsabilidad.
Por eso, al tener como caja de resonancia un medio de comunicación, hasta el mínimo detalle debe tomarse con seriedad, incluso una apuesta, y lo más importante, se debe honrar.
Lo que hizo Álvarez, por más justificaciones que dio, con el apoyo de su director Douglas Sánchez, no se vale. La presentadora había dicho que si Saprissa quedaba campeón se raparía y pese a que el Monstruo hizo su parte, ella solo se cortó un pedacito de pelo en el lado derecho de la cabeza. Fue un retoque.
¿Estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua? No lo creo, el mensaje que Álvarez y el director Sánchez enviaron, sobre todo a los jóvenes, es que se vale buscar portillos, escapes, salidas fáciles y si de algo estamos llenos y cansados en este país es de esas jugadas que vemos en todos los estratos de la sociedad. Y eso no es fair play.
Y cuando esto lo promueven quienes deben criticarlo o erradicarlo, aunque sea en una “simple” apuesta, se pierde autoridad para cuestionar o llamar a cuentas a quienes en este país, ya sea del sector público o privado, les encanta creer que el pueblo se chupa el dedo.
¿Tiene autoridad moral Jackeline para criticar al futbolista que engaña al árbitro en una falta para que le saque la tarjeta roja al rival, o al que finge una zancadilla en el área para que le piten penal? creo que no. El fútbol se juega con la cabeza, y también hay que usar la cabeza antes de mover la lengua.