No comprendo como en el fútbol, que tanto apasiona a los ticos, en Costa Rica somos expertos en poner la carreta delante de los bueyes. Se buscan las mejores condiciones para los mamulones, cuando ya es poco lo que se les puede corregir porque están llenos de mañas y malos hábitos.
Pero en donde debemos colocar a los profesionales más calificados, para que pulan los posibles diamantes, somos genios en improvisar, echar a perder y poner a los menos capacitados.
Y en esto se lleva las palmas la Federación Costarricense de Fútbol, encabezada por Rodolfo Villalobos, tan responsable del fracaso en Guadalajara, México, de una de nuestras mejores selecciones Sub 23, como Douglas Sequeira, el famoso Esqueleto que convirtió un grupo que, según los entendidos, era pura posta en una pura huesera.
¿Tenía Douglas Sequeira la capacidad para sacar lo mejor de cada jugador? Por supuesto que no, y ya quedó dolorosamente demostrado. Hablar ahora es muy fácil, pero en esta misma columna ya lo había pronosticado, así como también he señalado la falta de capacidad de Ronald González para estar al frente de la Selección Mayor. Los dos fogueos en Europa, de estos próximos días, me darán lamentablemente la razón.
Tendremos dos derrotas consecutivas contra México en prácticamente una semana, la de este domingo y la del próximo martes 30 en Austria. Esto no ocurría desde 1975, con dos goleadas 7 a 0, eso sí, con dos meses de diferencia.
Don Rodolfo con Costa Rica no se juega, con que tristemente ya lo haya hecho el fracasado expresidente Luis Guillermo Solís basta y sobra.