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OPINIÓN: ¡Dios guarde perdamos el repechaje!

Como pueblo estamos urgidos de una buena noticia en momentos de turbulencia.

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Sola La Negrita de los Ángeles y la Sele unen fuertemente a los ticos.

“¡Dios guarde perdamos!” tituló La Teja un amplio trabajo publicado este domingo sobre el juego de repechaje de la Sele, este martes al mediodía, contra Nueva Zelanda.

En el lejano Golfo Pérsico, en Catar, los seleccionados tienen en sus manos, o más bien en sus piernas, pero sobre todo en el corazón, poder participar en el Mundial de fin de año; los más jóvenes se jugarán su futuro con posibles grandes contratos.

Pero para los de a pie, para nosotros los simples mortales, los que veremos el partido por tele en casa, en el trabajo, en la soda, o en cualquier otro lugar, cruzaremos los dedos, prenderemos velitas, haremos promesas, o lo que sea, porque como pueblo, como país, estamos urgidos de esa alegría.

Desde el punto de vista emocional necesitamos la gran noticia de un triunfo. Además, la lección de ganar ese repechaje es enorme, especialmente para los niños y los jóvenes que están en formación, también para los que la están viendo fea.

Vencer a Nueva Zelanda después del desastroso inicio de la eliminatoria nos dice que para tener éxito hay que luchar, que el sacrificio se premia, que el trabajo en equipo es fundamental para salir adelante, que todos necesitamos de todos, que los malos rumbos y las pésimas decisiones se pueden corregir con sangre, sudor y lágrimas; que no todo lo que mal comienza mal termina.

Y esos mensajes, en momentos tan turbulentos que como pueblo estamos viviendo, son vitales.

Y por supuesto, tampoco están de más los $18 millones, o sea, unos ¢12.000 millones, que Francisco Navarro Picado, profesor de la Escuela de Administración de Empresas de la UCR nos dice que sacudirían nuestra economía sí la Sele triunfa este martes y se mete entre los 32 mejores países del planeta fútbol.

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