“Les solicito me escriban un mensaje directo al buzón de Instagram o Facebook y encontraré la forma de reintegrar, uno a uno, cada depósito”.
No vi los gestos de Andrea Vargas, nuestra más destacada atleta en este momento, al enviar esas palabras, pero no tengo la menor duda de que debía tener un rostro de angustia, de congoja.
Si ya mi admiración y agradecimiento es enorme para ella, su hermana Noelia, la marchista, y por supuesto para doña Dixiana Mena, mamá y entrenadora de las ejemplares jóvenes, hoy no tengo palabras para calificar ese gesto.
Reflexionemos sobre las palabras de Andrea, de ellas brotan valores, brotan honestidad.
Recordemos que la portera Alajuelense, Noelia Bermúdez, pidió en redes sociales una colaboración Sinpe móvil para los gastos de Andrea quien, a pesar de sus grandes logros, la tuvo que pulsear para representarnos en los 100 m. vallas en su segundo Mundial Bajo Techo, en Belgrado, Serbia.
De su bolsillo sacó más de ¢3 millones para ir, pero una inoportuna lesión le impidió viajar.
“Quisiera pedir que todo lo que aconteció previamente a este evento con respecto a mi participación y gastos, no se repita nunca más. Estas situaciones son acongojantes para uno como atleta y naturalmente para mi entrenadora y madre (Dixiana Mena)”, enfatizó.
Ojalá el recado le llegue a doña Laura Chinchilla, expresidenta de la República y hoy miembro de la Comisión de Ética del Comité Olímpico Internacional.
No dudamos de que si Andrea hubiera obtenido una medalla, doña Laura, Alexander Zamora, presidente del CON; los candidatos Figueres y Chaves, ICODER, Fecoa y Casa Presidencial hubieran salido a robar cámara.