Seis años, ocho meses y 15 días, este fue el tiempo que tuvo don Carlos Chaves para desarrollar uno de los proyectos más importantes de su vida: restaurar completamente un Range Rover Classic modelo 1988.
Esta historia comenzó el el 19 de diciembre del 2016 cuando compró para desarmarlo y venderlo por partes el Classic, que en ese momento llevaba seis años fuera de circulación, pero al revisarlo detalladamente notó que era un diamante en bruto, que necesitaba pulirlo para mostrar su brillo, cambió de decisión y se propuso restaurarlo.
Se puso manos a la obra con el apoyo de un familiar para hacer la primera etapa: el desarmado.
“Yo mismo lo desarmé parte por parte con ayuda de un sobrino, desde carrocería, pasando por chasis, suspensión y motor, este proceso duró un año porque lo hacía en mis tiempos libres”, comentó.
Esa fase fue importante, porque le ayudó a revisar cuáles partes debía conservar y cambiar.
“Le cambié muchísimas partes, como la transmisión, originalmente era automática, se la cambié a manual, se cambió el kit del motor, componentes internos de las puertas, sus cerraduras, calculo que un 60% fueron de partes nuevas”, aseguró.
LEA MÁS: Así iría el Apertura 2024 si el VAR hubiera actuado en las primeras dos fechas del campeonato
Durante el desarmado, se movió para comprar las nuevas piezas y lo logró gracias a un sistema que se inventó.
“Empecé a comprar las piezas desde que se desarmó, como mi idea original era aprovechar algunas de esas partes para otro carro, también estaba la posibilidad de comprar repuestos en Inglaterra con varios proveedores, así que me hice una base de datos con números de partes, para después hacer que los pedidos llegaran a Costa Rica, eso me llevó muchos años y fue satisfactorio”, explicó.
Las piezas fueron traídas desde Inglaterra, Estados Unidos y Tiquicia.
Grata sorpresa
En medio de la compra de las piezas nuevas, nos contó una anécdota que nunca olvidará de esta aventura, pues un error del sistema le permitió tener gratis otros componentes.
“En un momento no me llegaban las partes que compré, le escribí al proveedor de Inglaterra, una semana después me llegaron las partes, a la semana siguiente me llegó otro pedido idéntico al anterior, les envié un correo electrónico explicando lo sucedido para saber su costo, ya que estaba interesado en comprarlas, ellos respondieron que fue por un error de despacho y no me cobraron. El paquete estaba conformado por una bobina, la tapa de distribución, cables, un tapón de combustible y dos cerraduras de puerta”, contó.
Arduo esfuerzo
Con los repuestos comprados, pintó el chasis como si fuera recién sacado de fábrica, después se tomó un año y medio para armar desde su cochera la suspensión, frenos, el motor, el sistema de escape y probó que arrancara en todas.
Luego lo llevó a un taller en Alajuela a pintar y montar su carrocería con el mismo color de fábrica, después regresó a su casa en San Antonio de Desamparados para instalarle el sistema eléctrico y le hizo otras pruebas.
Las última etapa fue colocar las partes que faltaban como los asientos, probar el cierre central y luces, para después llevarlo a la revisión técnica.
El 21 de setiembre del 2023 lo llevaron a la revisión y a la primera pasó, ahí fue cuando don Carlos se emocionó al ver su sueño de niño realidad.
“Fue increíble, tuve una seguridad total que así iba a hacer, fue muy emocionante ver después de tanto tiempo ya poder disfrutarlo”, agregó.
Actualmente lo lleva mucho a Turrialba y San Carlos, hasta fue a la zona sur a acumular nuevas aventuras.