Hay chuzos que van más allá de lo lindo o bien cuidados que estén, ya que están unidos a sus dueños por momentos especiales que quedan tatuados en la memoria, como es el caso de Luis Carlos Porras Méndez, un ingeniero eléctrico y mecánico automotriz que vive en San Pedro de Coronado.
Porras nunca olvidará un paseo que hicieron a Panamá en el 2019 para probar la nave y en el que se apuntó su abuelito, don Carlos Luis Méndez, quien se pudo dar es gustito antes de fallecer en julio de este año. Para su nieto ese viaje fue un recuerdo invaluable.
Porras, de 29 años, es un fiebre de los vochos y es dueño de una combi modelo 69 que está muy bien equipada para jalar de paseo a cualquier lugar y hasta dormir en ella si es necesario, pues es tipo cámper.
–¿Cómo dio con el chuzo?
Soy miembro de la junta directiva del Vochoclub de Costa Rica, esta vochita la encontramos en Alajuela en enero del 2018, donde estuvo diez años debajo de un palo de mango, así que imagínese cómo podía estar. La compramos e iniciamos la reconstrucción desde cero. A finales del 2019 la terminamos y ahorita está un 95% terminada, solo nos falta el techo en la parte interior.
Cuando la encontré estaba relativamente barata, como en ¢500 mil. Recuerdo que el señor me dijo que mucha gente le estaba preguntando por el carro. Yo sin verlo, solo por la foto, sabía que era el modelo que quería, una T2A, así que me la jugué y sin ver el carro le deposité la mitad del dinero, hasta mi papá me dijo que cómo era posible que comprara un carro sin haberlo visto, pero todo salió bien.
–¿Es cómo decir la chineada por tanto trabajo que ha invertido?
Sí claro, mi esposa y yo tenemos otros Volkswagen, pero este es el chineado por todo lo que le hemos hecho durante este tiempo.
–¿Le toco invertir mucho económicamente?
Lo que pagué por el carro es si acaso es un diez por ciento de todo lo que se le ha invertido, sin contar las horas de trabajo, que es bien valioso, pero que es un detalle con el que hemos ahorrado bastante. Estos arreglos son inversiones que no son tan baratas.
–¿El carrito lo trabajó usted solo o entre varios?
Este ha sido un proyecto familiar, todos hemos estado metidos muy de lleno en esto, un hermano, mi papá y mi esposa. Ahora lo que quisimos fue darle un aspecto de cámper. Actualmente tiene refri, cocina de gas, agua, un sofá cama, tiene para conectar cualquier dispositivo de 110 voltios, así que usted puede dormir e ir a pasear a cualquier lugar.
–¿Cómo les fue en el viaje a Panamá?
Muy bien, sin problema, fuimos en una caravana en la que íbamos varios Volkswagen. El viaje fue muy bonito. Una de las personas que estaba más ilusionada era mi abuelo que lamentablemente falleció y que fue con nosotros, es un gran recuerdo compartir ese último viaje. Fuimos ocho personas.
Cuando estaba haciendo la reconstrucción y se dio cuenta del paseo mi abuelo me decía que le apurara porque él quería ir en ese carro a Panamá y por dicha pudimos llevarlo.
–En el club debe ser muy admirado el vocho, ¿qué le dicen?
Es muy piropeada, en este momento todos los Volkswagen llaman mucho la atención, desde un escarabajo hasta estas microbuses, que ahorita son las que están un poco más de moda, porque son muy buscadas.