El ceviche de remolacha existe y no podía ser obra de alguien que no fuera saprissista de corazón.
La creadora de este exótico platillo es Adriana Barrantes, de 38 años, y no es una saprissista cualquiera, pues ella es nieta adoptiva de doña Cecilia Núñez, la famosa abuela morada.
Barrantes tiene un negocio superoriginal con toda clase de ceviches.
Para ella el de remolacha es el más raro que hace, aunque no entendemos por qué si también hace otros poco comunes como de pejibaye, manzana de agua, mamón chino, yuplón, chayote, garbanzos, coliflor y brócoli, fresas, chicharrón, bambú, coco, sandía, mango, uvas, manzanas, mango con piña y otros.
En total son 40 tipos distintos de ceviches.
“De todos los que hago, el más extraño es el de remolacha porque se ve todo bolado y la gente es quisquillosa. Era un desafío. Otro raro es el de queso, porque la gente tiene la idea que se corta con el limón y que va a dar dolor de estómago, pero eso no sucede”, dice Adriana.
Por supuesto, también tiene de pescado y de camarón, pero con Adriana no espere el tradicional.
El menú de los ceviches de mariscos tiene un toque original, como el de mango con camarón, aguacate con camarón, palmito con camarón, pescado con banano verde y pescado con mango.
“Son ceviches de frutas y verduras, que no pierden el concepto del ceviche porque es todo igual, solo que no llevan pescado ni piangua. Quería algo innovador, diferente y saludable”, comentó.
Con el tiempo, Adriana pensó que en cualquier momento le iban a pedir de mariscos y debía complacer a los clientes, pero con algo diferente y así fue como fueron surgiendo poco a poco.
El primer ceviche original que preparó fue el de coco, una vez que había renunciado a su antiguo trabajo, como asesora de eventos.
“Yo misma me dije, ‘no puedo estar sin trabajo’. Algún día tengo que darme a conocer con algo que la gente no espere, como los ceviches de pejibaye, chayote, sandía...”.
Ese primer ceviche se lo dio a la familia en Pérez Zeledón (es generaleña) y le dijeron que cómo se le ocurría un invento tan loco. Entonces, se lo dio a probar a los vecinos.
“Uno de ellos me dijo, ‘Adri, te vas a hacer famosa con ese ceviche’”.
La empunchada muchacha está esperando que algún cliente le diga que el ceviche que probó es feo.
“Uno como emprendedor siempre espera las críticas constructivas para mejorar, pero no me han dicho que está feo, nadie”.
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Ella hace entregas contrapedido y giras por todo el país, pero siempre se lleva unos de más por aquello de que alguien se le antoje y quiera probar.
Moraditica como la remolacha
Adriana dice que es demasiado morada, de hecho, esa pasión por Saprissa fue la que hizo, en parte, que se llevara tan bien con doña Ceci.
La abuela morada conoce a Adriana por la mamá de Adriana, que vivió en Atenas y se visitaban.
Adri empezó a ir con doña Cecilia a los estadios desde que tenía 15 años y dice que si no fuera por la pandemia, aún acompañaría a la abuela.
“Hemos ido a Limón, a San Carlos, bueno, a todos los estadios, en la noche también. Incluso, la he llevado a conocer muchas partes en el país. Cuando va a Pérez Zeledón, por ejemplo, me dijo que no conocía Paso Canoas y me la llevé para allá. Paseamos mucho”, recordó.
Adriana contó un deseo que tiene doña Ceci. “Me dijo, ‘no me puedo morir hasta que Hernán Medford llegue otra vez a Saprissa’. Anhela que llegue, lo admira mucho y también a don Jorge Alarcón”, mencionó.