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La Liga anda viviendo al filo de la navaja, sus opciones de clasificar no dependen de si misma y la situación ha sido difícil en los últimos meses, sin embargo, eso no frena a sus aficionados a convivir con los jugadores del equipo de sus amores cuando tienen chance.
Por segunda semana consecutiva, tres futbolistas erizos salieron a dar autógrafos, fotos y compartir un poco con los fiebres, mientras pulsean seguir con vida en el campeonato, una ilusión que, al igual que la gente, se mantendrá mientras halla opciones.
En el primer piso del mall Oxígeno en San Francisco de Heredia, cerca del área de comidas, Marco Ureña, Jonathan Moya y Cristhopher Meneses estuvieron por dos horas con la gente, repartiendo recuerdos y escuchando los pedidos de la gente.
En este caso, ellos sirvieron para llevar el mensaje a sus compañeros de que le metan alma, vida y corazón, dado que ellos aún no vuelven a la cancha por estar lesionados, al menos hasta el final de la primera ronda.
"Yo siempre lo dije, que este era un torneo muy cerrado, ahora tal vez no dependemos de nosotros, pero como dicen, esto no se acaba hasta que se termine, será un cierre de infarto para todos, nos toca hacer nuestra parte.
“Yo por ahora estoy afuera sufriendo por no jugar, pero cuando uno está ahí ve el grupo como juega de bien, que entra a los partidos con otra madurez, la personalidad del profe que hay que rescatar, ha tenido pocas armas y aún así ha salido adelante”, indicó Ureña.
El otro día que repartieron chayoteras fue el jueves, frente al estadio Morera Soto. Pero como esta vez iban a estar tan lejos de casa, se llevaron el león inflable por el que salen de los camerinos a la cancha, para que tanto ellos como los aficionado se sintieran como si estuvieran en la Catedral.
Algunos fanáticos le consultaron a Moya, por ejemplo, cuando volvería a las canchas y les respondió que espera hacerlo para un momento importantísimo para el equipo.
“Creo y espero en Dios que pueda estar para el partido contra Herediano, la fe y lo que pongo en mente es estar en ese momento, confío en Dios en hacer las cosas bien, trabajar en la doble sesión que estoy y ya el doctor dirá si puedo estar para ese partido”, indicó Moya.
En momentos turbios, la inyección de ánimo de su gente puede ser un empujón fundamental para el León en el cierre del torneo.
