Los viajes sabatinos a Jacó de Henry Martínez, el primer sufista ciego, se han visto iluminados por la compañía de Natalia Vindas, una ingeniera civil de 33 años quien también es parte del equipo de surf adaptado (ella utiliza una silla de ruedas).
Natalia ganó una histórica medalla de bronce en el Mundial de Surf Adaptado que se celebró en noviembre anterior en La Jolla, California, Estados Unidos.
“Cuando podemos ir juntos a entrenar a Jacó es superdivertido, hablamos de todo. Un amigo le enseñó a subir y bajar mi silla de ruedas para que entre los dos podamos movilizarnos juntos, sin tener que depender de un tercero, así que podemos ir juntos donde sea. Él es una compañía agradable, es muy inteligente y divertido”, afirmó Natalia.
Esta exitosa surfista empezó en el deporte por diversión hace como dos años, gracias a los consejos del entrenador Juan Manuel Camacho.
Fue a partir del año pasado que comenzó a meterle duro a los entrenamientos para prepararse con todo de cara al tercer Mundial de Surf Adaptado que organizó la Asociación Internacional de Surf. Ella es la primera mujer que participó y, además, ganó la medalla de bronce para Costa Rica.
“Hace diez años sufrí un accidente y tengo una lesión medular, por eso uso una silla de ruedas para movilizarme. Tras ese accidente, el apoyo de la familia fue fundamental para seguir adelante, hacer toda la rehabilitación posible y volverme a integrar a la sociedad. Ahora trabajo en Plura y me enfoco en brindar soluciones de mejora de accesibilidad de los espacios laborales y recreativos, para que todas las personas, sin importar su condición física, sensorial o cognitiva, puedan realizarse personal y profesionalmente”, explicó.