Narrador denuncia que trataron de amenazar a árbitro con una cuchilla

El fútbol tico se volvió a calentar este jueves cuando un aficionado ingresó al terreno de juego del estadio Colleya Fonseca para encarar al árbitro central por haberle mostrado una tarjeta amarilla a la jugadora moraviana.

Según el narrador de Cronica Deportiva CR, Gerson Sancho, el hecho se produjo durante un juego eliminatorio del fútbol femenino para Juegos Nacionales entre Moravia y Coronado.

"El juego se puso muy friccionado, por lo que el central del juego empezó a sacar amarillas para enfriar las acciones y en una de esas pinto de amarillo a Ovares al minuto 81, cuando el marcador estaba empatado 3-3. De pronto observé que un aficionado que tenía una gorra roja abrió el portón que da al campo y se metió, pero el técnico de Moravia Luis Obando reaccionó de inmediato y lo devolvió a las gradas.

El aficionado traía un maletín en la mano, que tiró al piso y logré ver que de este sacó una cuchilla. Luego intentó ingresar de nuevo, pero no pudo y empezó a meterse con la afición de Coronado, por lo que varios seguidores por temor a la cuchilla que portaba se fueron a sentar a otro sector del estadio guadalupano.

Según el comunicador, como la cosa se calentó, varios seguidores de Moravia se acercaron al sujeto para pedirle que saliera del estadio, pero no les hizo caso.

Debido a lo anterior, se hicieron presentes dos oficiales de la Fuerza Pública, quienes conversaron con el aficionado cerca de la gradería principal del “Colleya” Fonseca y luego el hombre se marchó junto a una chiquita de unos dos años de edad, una señora y la jugadora que motivó su enojo con el árbitro cuando fue amonestada.

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Una fuente anónima ligada al cuadro moraviano le contó a La Teja que los policías requisaron al aficionado, pero no encontraron ningún arma blanca.

Aunque la cosa no pasó a más, si es preocupante saber que la seguridad es escasa o inexistente este tipo de juegos, ya que solo hay un delegado para cada encuentro.

“Uno de los oficiales que se hizo presente al estadio comentó que si el central del choque ponía una denuncia lo podían detener, pero como no lo hizo, el tipo se fue para la casa”, comentó Sancho.

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Debido a lo sucedido, la mejenga estuvo suspendida durante cinco minutos, mientras se trató de solucionar el inconveniente con el aficionado, que no se sabe si era familiar de la jugadora a la que amonestaron.