Alondra Ortiz, nadadora costarricense, verá coronado apenas en unas semanas el esfuerzo de mucho tiempo y hasta el mudarse de país para conseguir el sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos.
Alondra será junto a Alberto Vega los representantes en la piscina en los Juegos Olímpicos París 2024, un camino que fue duro, lleno de muchas pruebas y del que hoy está recogiendo las recompensas.
Pulsear y ganarse una beca en Houston, Estados Unidos, prepararse en un nivel muchísimo más alto del que pudiera conseguir en Costa Rica sin duda que fue uno de los puntos claves.
“No ha sido un proceso fácil pero he podido adaptarme con el proceso de mis padres, mi entrenador en Costa Rica, Juan Pablo Camacho y mis entrenadores en Estados Unidos. Entre todos hicimos un proceso para poder sacar esto y representar a Costa Rica de la mejor manera”
“El principal reto ha sido mantener la calma, estar un poco seguro a lo que voy, fue un proceso un poco estresante, pero siempre he estado segura de mí misma, de mis capacidades, he entrenado muy duro, estoy consciente de que el trabajo ya está hecho y ahora solo faltan los resultados”, comentó a La Teja.
¿Cómo ha sido vivir en dos mundos diferentes respecto a otros momentos en los que trabajó en Costa Rica? Es un detalle que la nadadora nos explicó.
“Es un poco diferente el competir en Estados Unidos a hacerlo en Costa Rica o en eventos en que represento a Costa Rica. La intensidad allá es muy dura, hay un nivel muy alto, se compite en yardas, es una competencia totalmente diferente la verdad”.
“Ese proceso al principio me costó bastante adaptarme, es duro, pero con el apoyo de los entrenadores he logrado hacer el cambio más rápido, acostumbrarme a nadar en las dos piscinas un poquito más rápido”, destacó.
A Alondra le quedan dos años viviendo en Estados Unidos, terminando la carrera, una experiencia que no solo en lo deportivo, sino en lo personal ha sido muy linda afirma.
“Yo logré una beca 100% deportiva entonces se me permitió estudiar y hacer mi deporte al mismo tiempo, no ha sido fácil. es muy retador, pero en la universidad me acomodan los horarios para poder hacer las dos cosas y poder entrenar sin problemas”, destacó.
Como buena tica, la comida además de la familia siempre es de lo que más se extraña, pero allá se la juega para hacerse diversas cosas.
“Yo vengo mucho a Costa Rica, eso ayuda, pero sí, me hace falta la comida, la cultura, siempre que vengo lo que pido es un pinto, obviamente. Yo cocino además, entonces logro hacer cosas que conozco o muy ticas. Uno la cultura siempre la extraña pero sé que en cualquier momento voy a volver”, dijo.
En sus redes sociales además ha documentado su proceso en la piscina y le envió un mensaje a los ticos sobre qué esperar de ella en París.
“Yo no tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy con todo el apoyo siempre he tenido, en redes he mostrado mucho esa transición pero sigo siempre la misma Alondra de Costa Rica que lleva al país en el corazón”.