Mundial arranca con una mejenga que no promete mucho

Los equipos con la ubicación más baja en el ranquin de la FIFA se medirán este jueves en el duelo inaugural, cuando Rusia enfrente a Arabia Saudita, del técnico argentino Juan Antonio Pizzi, en el estadio Luzhniki en Moscú que también será sede de la final el 15 de julio.

Rusia, en el puesto 70 en el escalafón de la FIFA, se clasificó directamente por su condición de anfitriona del certamen, mientras que los árabes, en la posición 67 tienen el peor ranquin de los 31 países que aseguraron su presencia tras las eliminatorias.

El cuadro saudí también es el equipo con menos opciones en las apuestas para alcanzar la final, lo cual da una idea de sus aspiraciones en el torneo.

A los dueños de casa les urge ganar para tener una posibilidad real de sobrevivir en el grupo A, sobre todo cuando se anticipa la presencia del presidente ruso Vladimir Putin entre los asistentes. Rusia intenta poner fin a una racha de siete partidos sin ganar. Solo un anfitrión de el Mundial ha quedado fuera tras la fase de grupos: Sudáfrica en 2010.

Las otras dos selecciones del grupo, Egipto y Uruguay, cuentan con dos delanteros de renombre como Mohamed Salah y Luis Suárez, quienes podrían volver locos a los defensores de Rusia y Arabia Saudita.

Los árabes perdieron sus últimos tres partidos, pero se ilusionan con su reaparición en un Mundial tras una ausencia de 12 años.

Este viernes el Mundial continuará con tres partidos. Egipto - Uruguay a las 6 a. m., Marruecos - Irán a las 9 a. m. y cerrará el día con Portugal-España al mediodía.